Ericsson es una empresa líder a nivel mundial en el sector de las telecomunicaciones, precursora en su sector. Fue la primera en desarrollar las sucesivas generaciones de telefonía en las redes de las principales operadoras de Telefonía en España, en lo que participó su empresa de servicios Ericsson Network Services, que desarrolla sus actividades para las operadoras más importantes de telecomunicaciones: Telefónica, Vodafone, Orange, Yoigo, Ono, Jazztel y otras.
En mayo del año pasado la compañía comenzó un proceso de reestructuración basado en el «outsourcing y offshoring».
El outsourcing, es la externalización de los servicios locales. Consiste en entregar parte de las actividades que se hacen con personal propio a subcontratas del sector que carecen de personal cualificado para desempeñarlas. Los trabajadores de Ericsson se ven prácticamente obligados a marcharse a dichas compañías en las que tienen que aceptar unas condiciones de trabajo siempre mucho peores, con la consiguiente pérdida de derechos.
El off-shoring consiste en deslocalizar los servicios de gestión remota, de manera que todo aquello que se pueda hacer en remoto (Call Center, Supervisión de Red, etc...) se hace en otros países tales como China, India, Méjico o Rumanía donde las condiciones laborales son peores que las actuales en nuestro país.
Según los representantes de los sindicatos «El outsourcing precariza el mercado laboral y el offshoring directamente destruye el empleo que se genera en España llevándolo a otros países».
Ericsson obtiene beneficios tanto en España como a nivel mundial si se tienen en cuenta sus informes económicos trimestrales. En el Mobile World Congress, el congreso de telefonía móvil que se está celebrando en Barcelona, ha anunciado grandes innovaciones en el sector y este lunes ha hecho público un acuerdo con Telefónica para la que será la única proveedora de tecnología 4G.