Las agencias crediticias son los amos del mercado, hacen y deshacen en la credibilidad de empresas, entidades bancarias, comunidades autónomas en el caso de España o de países. La rebaja en la calificación de una empresa hará inmediatamente que los bancos le den préstamos más caros o incluso que se los nieguen, una rebaja de la deuda soberana de un país hará que pague mucho más por los préstamos.
La UE adoptó una normativa sobre las agencias de calificación en 2009 y en 2010, pero la evolución de la crisis de deuda del euro puso de manifiesto que no era suficiente. En 2011 se reforzó esa normativa y este jueves entrará en vigor.
La nueva normativa pretende que se reduzca la excesiva dependencia que existe en la actualidad de las agencias de calificación crediticia. Mejorar la calidad de las calificaciones de la deuda de los Estados miembros de la UE, estableciendo un calendario y limitando a tres por año las calificaciones de la deuda soberana que no sean solicitadas.
Además las agencias de calificación podrán se consideradas responsables en caso de una infracción intencionada o de una negligencia grave del reglamento de las agencias (CRA), que cause daño a un inversor o un emisor, y limita la participación en esas agencias de entidades que a su vez son calificadas.