Todos los neumáticos que estén a la venta deberán llevar una pegatina que identifique sus principales características. Con esta medida la UE pretende que el consumidor tenga más datos al efectuar su compra y pueda elegir aquellos neumáticos cuyas características se adapten mejor a sus necesidades.
Según los expertos elegir bien los neumáticos y mantenerlos en buen estado puede evitar más de un disgusto y significar un ahorro para el bolsillo y para el medio ambiente. La nueva etiqueta ecológica da información sobre tres parámetros principales, eficiencia energética, seguridad y rumorosidad.
La eficiencia energética depende del nivel de resistencia a la rodadura, y se clasifica de la A, máxima eficiencia, a la G. Entre la primera y la última hay una diferencia de hasta 0,5 litros a los 100 kilómetros, es decir, un turismo que consume 7 litros cada 100 kilómetros ahorra un 7,5 por ciento de carburante.
Seguridad, se mide por la adherencia. También hay una clasificación de la A a la G, aunque en España no se admiten la D ni la G y en 2014 se eliminarán las cubiertas con clasificación F. La G necesita 18 metros más que la A para detenerse.
Rumorosidad, es el ruido exterior que hace un neumático al circular y en la etiqueta se señala en forma de una, dos o tres ondas.
La etiqueta inducirá a los consumidores a interesarse por las características de los neumáticos. Antes de comprar se debería preguntar además por otros parámetros que no están en la etiqueta, como la vida útil del neumático, su adherencia en curva y su eficacia en suelo seco.