En un breve comunicado, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, confía en que los 17 ministros de la moneda única «podrán tomar tomar todas las decisiones necesarias el lunes 20», una vez que se han recibido «firmes garantías» de los dos principales partidos griegos, PASOK y Nueva Democracia, para aplicar los recortes y reformas acordadas, gane quien gane las próximas elecciones previstas para abril.
El recorte adicional de 325 millones de euros se está acordando con la troika (CE, BCE, FMI) y se ha elaborado una lista de acciones prioritarias y su calendario de aplicación. Sin embargo, la eurozona sigue estudiando fórmulas para supervisar la aplicación del programa griego y garantizar que se dé prioridad al pago de la deuda.
Hasta aquí, el discurso oficial. La letra pequeña indica que la desconfianza entre los 17 es grande, tras los reiterados incumplimientos de compromisos anteriores por parte del ejecutivo de Atenas. Se dice que Alemania, Holanda y Finlandia quieren más garantías y, según fuentes de Bruselas citadas por la agencia Reuters, el desbloqueo del rescate o una parte se podría retrasar hasta que se celebren los comicios anticipados, en abril.
Los rumores sobre la salida de Grecia del euro aumentan y el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha salido al paso con declaraciones a la prensa griega: «Hay mucha gente en la eurozona que no quiere que continuemos dentro y debemos convencerles de que podemos permanecer en ella, de que podemos recuperar el terreno perdido».
Venizelos se ha reunido con el presidente griego, Karolos Papulias, para explicar las dificultades de completar las exigencias del Eurogrupo y ha señalado que «algunas personas dentro y fuera del país están jugando con fuego... Algunos tienen cerillas y otros antorchas».
Las críticas a Grecia dentro de la UE hoy tenían nombre y apellido. El primer ministro italiano, Mario Monti, ha justificado la dureza europea con el gobierno griego con contundencia: «No podemos tomar como ejemplo de democracia que funciona bien lo que hemos visto tantos años en Grecia, y en otros países, basado en la corrupción, el nepotismo, la falta de competencia, las licitaciones trucadas, la evasión fiscal y otras cosas».