El ejecutivo de Bruselas, dice que el código que se ha estado imponiendo hasta ahora era «uno de los más rigurosos» que hay para cargos públicos, pero lo renueva para reforzar el marco ético y aclarar varias de las disposiciones.
Según la Comisión Europea, la nueva revisión ha tenido en cuenta varios estudios de la propia Comisión, del Parlamento europeo y la OCDE. Entre otras, tiene normas más claras sobre las actividades políticas de los Comisarios, incluida la participación en las campañas electorales.
Normas más estrictas sobre las actividades que pueden tener una vez abandonado el cargo en la Comisión, que incluye criterios de orientación para la evaluación realizados por el Comité de ética, y la ampliación de la obligación de notificar sus actividades una vez que abandonen el cargo de 12 a 18 meses.
Además, sus declaraciones de intereses se revisarán anualmente. Se introduce un procedimiento claro que permita hacer frente a cualquier riesgo de conflicto de intereses durante el mandato. Reglas más claras sobre los regalos y agasajos que puedan aceptar. Exclusión de los cónyuges, parejas o familiares directos de los gabinetes de los comisarios y refuerzo de las competencias del Comité de Ética.
El nuevo código se presentó al Parlamento el pasado febrero y terminada la tramitación comenzará a funcionar inmediatamente.