En 2013 las exportaciones europeas de los productos ahora vetados a Rusia superaron los 5.700 millones de euros. Y todo parece indicar que las consecuencias serán especialmente negativas para los agricultores españoles. Según datos de la Comisión Europea, el año pasado fueron a parar a Rusia el 68% de las exportaciones alimentarias españolas, lo que supone 440 millones de euros.
Y ante la magnitud de los datos, la preocupación de los agricultores no se ha hecho esperar. Desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) advierten que la Comunidad Valenciana será una de las regiones más castigadas, debido a «su condición de eminente exportadora» y por el liderazgo comercial que posee en sectores como los cítricos o el caqui. «Rusia es un mercado en el que el sector valenciano tenía puestas grandes esperanzas», ha lamentado Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA. Y es que la organización calcula que las pérdidas para los productores de esta comunidad podrían alcanzar los 140 millones de euros.
Aragón sería otra de las comunidades más afectadas por el veto a las exportaciones aplicado por el gobierno de Putin. La comunidad actualmente exporta a Rusia entre el 30% y el 40% de su producción anual de melocotón, nectarina, paraguayo y cereza. «Ya se están cancelando envíos de productos españoles a Rusia, aseguran desde la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, que ha calificado la noticia de «catástrofe económica» para la región. También se está notando ya en la exportación de Porcino, y temen que las consecuencias sean aún más negativas si el veto se prolonga durante un año, como ha anunciado Moscú.
Consecuencias para toda Europa
Y no solo en España. Las consecuencias del veto también se notarán en el resto de países Europeos como Polonia o Lituania donde las exportaciones sumaron más de 900 millones de euros en 2013. Además de prolongarse la prohibición, las economías holandesa y alemana también se verían seriamente dañadas; aquí las ventas a Rusia el año pasado alcanzaron un valor de 623 millones y 553 millones respectivamente.
En total se verían afectadas el 5,25% de las exportaciones de productos alimentarios de la Unión. La Comisión Europea ha lamentado que este anuncio de Rusia obedezca «claramente a motivos políticos». Explican que están a la espera de conocer los detalles y la amplitud de la prohibición pero no descartan «tomar medias» en el plano diplomático. Recuerdan además, que van a mantener «su compromiso para rebajar la tensión en Ucrania.
Por el momento un portavoz de la comisaría de Agricultura ya ha confirmado que el comisario del ramo se ha puesto en contacto con su homólogo italiano, país que ostenta la presidencia de turno, para abordar el problema «con un enfoque ordinario». Además, han confirmado que se ha previsto un mecanismo para compensar las pérdidas a través de la Política Agraria Común, aunque por el momento no se ha detallado cómo se aplicarán.
La prohibición también tendría consecuencias negativas para la población rusa, ya que Europa es el segundo proveedor de alimentos del país. Sin embargo, desde Moscú no se descarta tomar nuevas medidas, y ya ha amenazado con cerrar también el espacio aéreo, una medida que advierten, «podría suponer un importante coste adicional de combustible para las compañías». El veto de Rusia es válido desde el pasado 7 de agosto, y de mantenerse la amenaza del Kremlin, podría prolongarse durante un año.