La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dado la razón a la Comisión, que había denunciado que la acción de oro de la que había echado mano el Gobierno portugués para vetar a Teléfonica, infringe el derecho comunitario.
Tanto el operador luso como la empresa española habían manifestado su deseo de alcanzar un acuerdo en relación a la participación que las dos compañías mantienen en Brasilcel, empresa holandesa a través de la que los dos grupos controlan Vivo al 50%. La oferta de la operadora española es de 7.150 millones de euros, que expira el próximo 16 de julio.
El ejecutivo de José Sócrates utilizó el pasado 30 de junio el privilegio de la acción de oro pese a que una amplia mayoría de los accionistas de Portugal Telecom habían dado el visto bueno a la oferta de Telefónica.
Por su parte el presidente de la Comisión Europea, el portugués Durao Barroso, ha celebrado la sentencia del Tribunal y se ha referido a la oposición de la institución que preside al uso de acciones de oro en las empresas europeas.
«Excepto en casos muy limitados y excepcionales, las acciones de oro van contra el mercado interior, contra el principio de libertad de circulación» ha dicho. La acción de oro permite a los Estados vetar operaciones estratégicas en determinados sectores.
Por su parte el ministro español de industria, Miguel Sebastián, respeta la decisión del Tribunal y se ha mostrado confiado en una solución amistosa entre ambas compañías.
El control de Vivo situaría en una situación privilegiada en el escenario de móviles brasileño a la compañía que la controle.