Pero más allá del sol, la playa y la rica gastronomía española, España también encabeza los primeros puestos en otro tipo de turismo que factura cientos de millones de euros al año en todo el mundo, se trata del llamado turismo sanitario. Si en 2010, el volumen de este mercado superó los 140 millones de euros y en 2014 marcó todo un récord, con 243 millones, las previsiones para 2015 apuntan a que se podrá alcanzar los 500 millones de euros, según concluye el Estudio de Mercado sobre Turismo de Salud en España realizado por la consultora Deloitte para la Federación Nacional de Clínicas Privadas, y presentado por Marcos Guerra y José Ramón Meco en la Feria del Turismo Internacional, en el marco de Fitur Salud.
Según dicho estudio, los países prioritarios para España en la captación de turistas sanitarios son Alemania, Reino Unido y Francia, nacionalidades que además coinciden con las que mayor turistas potenciales aportan cada año a España de forma generalista. Sin embargo estos no son los únicos países atractivos, otros puntos objetivos son Bélgica y Suecia, el país escandinavo más atractivo para el turismo sanitario español debido en gran parte a los muchos turistas suecos que tradicionalmente vienen a España. Otras regiones, como la Federación Rusa, el Magreb, Oriente Medio y Latinoamérica se consideran aún destinos que potenciar por este sector especializado del turismo.
Para la elaboración de este estudio se han tenido en cuenta las oportunidades para el desarrollo del turismo sanitario en España. O lo que es lo mismo, el desplazamiento de pacientes a otro país con la motivación de recibir un tratamiento en el que participa personal sanitario, independientemente de si es hospitalario, residencial o balneario. El objetivo de este análisis es, por tanto, diseñar acciones para la atracción de flujos de turistas sanitarios significativos hacia España.
Pero, ¿qué influye cara a que un turista sanitario elija un país u otro para la práctica de este tipo de turismo? Las razones van más allá del criterio económico. La calidad y el prestigio del sistema sanitario español tienen una especial relevancia en este sentido. Y es que, a la hora de elegir un destino influyen también la calidad y la cobertura del sistema sanitario, la accesibilidad a los tratamientos, las listas de espera, las infraestructura y la tecnología, el seguimiento y la asistencia posoperatorios, la conectividad y la proximidad geográfica, los trámites burocráticos, la normativa, los factores culturales, la privacidad o anonimato, el clima del destino y la oferta turística asociada al viaje, entre otros muchos factores.
El sector del turismo sanitario registra un volumen de negocio de 6.523 millones de euros, de los cuales el 42% de dicha cantidad va destinada a Europa y el 51% a América. España está considerada, según este estudio, como un escenario inicial «excelente» para el desarrollo del mismo. Un sector que tiene un doble objetivo. Por un lado, posicionarse como uno de los principales referentes y, por otro, maximizar la captación de turistas sanitarios hacia el país. Además, España se sitúa en la primera de las dos ligas existentes en turismo sanitario, la de «medicina-avanzada» junto a países como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia o Italia, y la llamada «low cost», formada por países como Tailandia, India, Malasia, Hungría, República Checa, Polonia o Turquía.