Este 1 de junio entra en vigor la reforma del Tribunal europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, para agilizar la tramitación de denuncias. La reforma llevaba bloqueada desde hace varios años por Rusia, desde donde llegan la mayoría de los casos.
A partir de hoy, un solo juez estudiará las denuncias para decidir si son o no admisibles. Hasta ahora lo hacía un comité de tres magistrados. El 90 % de las demandas que llegan a Estrasburgo se declaran inadmisibles. Por eso, el presidente del Tribunal, Jean-Paul Costa, y el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjrn Jagland, consideran que esta reforma es un paso crucial para mejorar la eficacia de la Corte y su defensa de los derechos humanos, porque permitirá a los magistrados dedicarse a los casos importantes.
La reforma cambia también el tiempo de mandato de los jueces del Tribunal, que ahora serán elegidos por un mandato de nueve años no renovable, para aumentar su independencia e imparcialidad.
Los cambios se acordaron en 2004, pero Rusia se negó a ratificarlos. Ahora se ha desbloqueado con la entrada en vigor de lo que se llama Protocolo 14 para las demandas de los 47 miembros del Consejo de Europa, 800 millones de personas. Rusia, Turquía y Ucrania son los países con más denuncias. Dentro de la UE, Polonia, Rumanía y Bulgaria. euroXpress