El Índice de Consumidores de la Sanidad Europea se hace desde 2005, a partir de estadísticas oficiales y estudios independientes. Analiza los sistemas sanitarios públicos a través de 20 indicadores, cubriendo cinco áreas fundamentales para el consumidor: los derechos de los pacientes y la información de los mismos, los tiempos de espera para tratamientos comunes, los resultados de la atención médica, la comodidad para el consumidor y el acceso a la medicación.
El director del estudio, Arne Björnberg, ha declarado que «el sistema de salud público en España parece incapaz de desarrollar una estrategia para mejorar el acceso y la calidad de sus servicios, lo que explica el gran desarrollo del sector privado en los últimos años.»
España está en el puesto 21, con una calificación de 630 puntos por detrás de Hungría, Chipre o Italia.