Las cinco mayores economías europeas, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España, han hecho público este viernes un comunicado conjunto para tratar de tranquilizar a los mercados inquietos por la situación política y económica de Irlanda y de que una posible aplicación en su favor del Fondo de Rescate Europeo conlleve una implicación del sector privado.
Los ministros de economía insisten en su comunicado que cualquier nuevo mecanismo solo tendría efecto después de mediados de 2013 y que no tendría ningún impacto en los actuales acuerdos. Recuerdan, así mismo, que la llamada Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (EFSF) ya está establecida y su activación no requiere la intervención del sector privado.
El ministro de Finanzas de Irlanda, Brian Lenihan, agradece en otro comunicado la «solidaridad» mostrada con su país por sus socios de la UE y el G-20, la claridad aportada y la «total confianza» que muestran en la estrategia presupuestaria adoptada por su Gobierno.
Por su parte la Comisión Europea ha eludido comentar las especulaciones sobre la posibilidad de prestar ayuda a Irlanda y se ha limitado a decir que Dublín no ha pedido de momento asistencia. El portavoz ha hecho hincapié en que tienen «todos los instrumentos necesarios preparados tras la situación que vivimos la pasada primavera con otro Estado miembro».
En diciembre el ejecutivo de Bruselas presentará una propuesta para convertir en permanente el mecanismo de rescate. Por imposición de Alemania se incluiría la posibilidad de que el sector privado asumiera parte de la carga en futuros rescates. Según los analistas este es uno de los motivos que han soliviantado a los mercados y han hecho que, seis meses después de la ayuda a Grecia, se agudice la crisis.