Las organizaciones que representan al sector citrícola español en su conjunto –tanto a nivel de producción como de comercialización- han reclamado hoy a la Comisión Europea que decrete el cierre inmediato de las fronteras comunitarias a los cítricos importados desde Sudáfrica tras detectarse en los envíos procedentes del citado país, y sólo durante el pasado mes de agosto, siete casos de Mancha negra (Guirnardia citricarpa).
La petición del sector citrícola español coincide con el anuncio de Sudáfrica de suspender sus exportaciones de naranjas procedentes de aquellas zonas infectadas por la mencionada plaga. El sector, sin embargo, considera insuficiente esta medida y reclama a la Unión Europea que cierre sus fronteras a todos los cítricos procedentes de Sudáfrica (naranjas, mandarinas y limones) hasta que las propias autoridades comunitarias puedan cerciorarse de que Sudáfrica ofrece las suficientes garantías en materia de sanidad vegetal como para reanudar su comercio de agrios con Europa.
Con esta petición, los representantes de la citricultura española lo único que pretenden es que el Ejecutivo comunitario cumpla los compromisos adquiridos, puesto que a principios de este mismo verano, y como consecuencia de unas duras negociaciones, la Comisión adoptó una Decisión de Ejecución por la que se endurecen las exigencias sobre los cítricos sudafricanos estableciendo que si se registraban más de cinco interceptaciones de Mancha negra en cargamentos de cítricos de Sudáfrcia revisaría la situación y adoptaría medidas más rigurosas.
Las organizaciones agrarias del sector citrícola dícen que la Comisión Europea se ha mostrado hasta el momento extraordinariamente permisiva con Sudáfrica. Citan el ejemplo de este mismo verano, cuando renunció a poner en marcha el contador de intercepciones en el momento de la publicación de la Decisión de Ejecución y dar una tregua hasta finales de julio, perdonando con ello las primeras 11 interceptaciones detectadas.
En este momento, los propios datos oficiales del Ejecutivo comunitario, reflejan que se han registrado ya siete partidas de cítricos contaminadas de Mancha negra. Las organizaciones españolas han matizado en su escrito dirigido a los Comisarios que «el cierre de la frontera debería ser sin paliativos y de aplicación inmediata, por lo tanto, independientemente de la zona, aplicado a la fruta en tránsito y a la destinada a industria» y han añadido: «la decisión comunitaria debe adoptarse con independencia de las decisiones unilaterales que las autoridades de África del Sur o su sector puedan anunciar o adoptar».
Hacen hincapié en que la propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) señaló en un informe que los requisitos de la UE para contrarrestar el riesgo de introducción de la referida plaga en Europea «no son suficientes», al tiempo que reclamaba la adopción de medidas más rigurosas «para mejorar la protección de la citricultura comunitaria».
Los representantes del sector citrícola español recuerdan que la Mancha negra supone un riesgo potencial de primera magnitud para las más de 600.000 hectáreas de agrios plantadas en el territorio de la UE –el 57% de las cuales se encuentran en España-, puesto que no existen tratamientos eficaces para combatirla y su presencia en las regiones citrícolas de Asia, Oceanía, América o África donde está asentada resulta devastadora, al causar pérdidas que superan el 80% de las cosechas.