El escritor Ray Bradbury, cuenta en su novela El ruido del trueno la historia de un cazador, que viaja al pasado. En las muchas aventuras que vive pisa de forma inadvertida un insecto. Cuando regresa a su tiempo se han producido enormes acontecimientos que hacen que la realidad sea muy diferente a la que dejó.
Cualquier acontecimiento por pequeño que sea tiene grandes consecuencias, nos dice Bradbury. Mucho más si se trata de la extinción de especies por insignificantes que nos parezcan. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza alerta de ese peligro.
«El futuro de la Naturaleza es el nuestro y, si peligra, peligraremos también» ha señalado el comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik, quien ha añadido que la lista roja nos avisa de las consecuencias que para nuestros ecosistemas y nuestro futuro puede tener la despreocupación por el medio ambiente «se trata de un declive preocupante».
Las mariposas desempeñan un papel fundamental como polinizadoras en los ecosistemas en los que viven. La UICN, revela que está disminuyendo la población de casi un tercio de las 435 especies de mariposas europeas y que el 9% está en serio peligro de extinción.
La mariposa Pieris wollastoni de la isla de Madeira podría haberse extinguido. Nadie la ha visto en la isla desde hace por lo menos veinte años.
Hasta ahora no se habían estudiado los escarabajos saproxílicos, que viven de la madera en descomposición, desempeñando un papel esencial en el reciclado. Un tercio de las especies de este insecto solo se encuentra en Europa y el 7% podría desaparecer. La reducción de árboles adultos les está dejando sin sitio en el que vivir.
Se han evaluado 130 especies de libélulas que viven en toda Europa, están en grave peligro. Los veranos son cada vez más cálidos y secos, los humedales en los que viven se están perdiendo y ellas también.
La UICN, es la red medioambiental más antigua y de mayor tamaño del mundo. Está compuesta por más de 1.000 organizaciones gubernamentales y no gubernamentales y por casi 11.000 científicos y expertos de 160 países. La evaluación de las especies europeas está subvencionada por la Comisión Europea.