El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha apuntado la cifra de 75.000 millones de euros como coste del rescate financiero de Portugal. Sus 16 socios en la moneda única están esperando ya la petición formal de Lisboa.
Portugal lleva meses en el objetivo de los mercados financieros pero se sigue resistiendo a pedir la ayuda de sus socios comunitarios. Este mes es decisivo porque en abril Portugal tiene que devolver 4.500 millones de euros a sus acreedores. El Estado aguanta la presión de los inversores pero paga ya un 8% de interés por sus bonos, una cifra inasumible y ya lejana del límite que su propio ministro de Finanzas fijó para recurrir a Europa, el 7%.
Socrates, tras haber presentado la dimisión se verá este jueves con sus socios en la cumbre europea y espera el respaldo comunitario al programa de medidas de ajuste que ayer rechazó el parlamento. Circunstancia añadida para complicar el rescate, que así no tendría las compensaciones exigidas al país a cambio de los préstamos. Con todo, la cifra de 75.000 millones de euros es menor que la entregada a Irlanda, 80.000 millones, y a la de Grecia, 110.000 millones.
Hoy se han multiplicado las declaraciones políticas para asegurar que la crisis portuguesa no tiene que afectar a España. El propio Juncker ha dicho que «España ha tenido problemas muy serios y el Gobierno y el parlamento españoles han reaccionado con rapidez a las exigencias que les hemos hecho desde Europa, así que no veo a España en una situación comparable a la de Portugal».
El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, hoy en Madrid ha dicho que «cualquiera que analice los mercados financieros ve que la evolución de los indicadores en España está claramente separada de otros países como Portugal, Irlanda o Grecia».