Después de la insistencia en que no habría rescate, ¿Por qué todo se ha precipitado?
Federico Steinberg.- La zona euro tenía ahora dos momentos de tensión: el sector financiero español y sus necesidades de recapitalización y el tema de Grecia, que es mucho más grave y se definirá a partir de las elecciones del domingo. De lo que se trataba es de sacar el tema español de la primera línea, para poder atender a lo de Grecia. Tener dos frentes abiertos era demasiado peligroso. Esto ha llevado a que se haga este acuerdo.
eXp.- ¿Había margen de maniobra para negociar otro tipo de acuerdo sobre la ayuda financiera a España?
F.S.- Que el Banco Central Europeo comprara deuda, con lo que no habría rescate. Luego, la opción preferida por España era la recapitalización directa de los bancos desde el Fondo Europeo. Esto no ha sido posible aunque era lo que quería España, porque en ese caso la deuda pública española no sube al no haber un préstamo al Estado español, sino un préstamo a los bancos. El otro extremo era un programa completo de rescate, como los de Irlanda, Grecia y Portugal, que era lo peor para España y se ha conseguido que no se produzca.
Con lo que nos hemos quedado es con una opción intermedia, que es recapitalización solamente al sector financiero de hasta 100.000 millones, que no tienen porqué usarse todos, porque todavía no sabemos el agujero que hay, y con una condicionalidad directa solo sobre el sector financiero e indirecta a través de los compromisos que tiene España con la Unión Europea para reducir el déficit público. No hay condicionalidad directa para hacer más ajustes, pero España tiene que llegar al 5,8 % de déficit el año que viene y entonces necesitará tener que hacer ajustes. Si no los hacemos, no va a haber desembolso del rescate, es decir, no hay condicionalidad directa aplicable, pero sí está vinculada. Eso abre interrogantes nuevos
eXp.- El principal interrogante parece ser cómo va a repercutir el pago de los intereses del préstamo sobre el déficit español.
F.S.-Hay que decir que los detalles no están negociados. Hay que hacer un memorándum, donde se especifica la letra pequeña, cuánto dinero, a qué coste, a qué plazos, con qué condicionalidad, cómo se computa... Y eso todavía no está hecho. Probablemente se tendrá que hacer a lo largo del mes de junio, cuando salgan las informaciones de los evaluadores independientes y cuando se siente el equipo de negociación a nivel técnico. Por tanto, no sabemos nada. Esa es la respuesta. Lo que sí sabemos es que el coste será más bajo que el que tenía España para financiarse en los mercados, también sabemos que va a contar como deuda pública; también que, a menos que se decida algo en contra, los intereses sí son deuda pública, pero los intereses no se aplican de golpe sobre 100.000 millones, solo sobre los desembolsos que se vayan haciendo y tampoco sabemos cuántos se van a hacer ni de qué cantidad. Tenemos que esperar. Esto es una declaración política, una declaración de intenciones, un mensaje de que la zona euro está ahí, tiene fondos, responde y que España va a hacer una aceleración de su reajuste financiero, que es lo que necesitamos para despejar las dudas.
eXp.- En consecuencia, ¿para usted es un buen acuerdo?
F.S.- Es bastante bueno, dadas las circunstancias. No es el mejor posible, pero España ha negociado bien en el sentido de que no haya una condicionalidad macroeconómica completa ni sea un programa completo como los de Grecia, Portugal e Irlanda.
eXp.- Sin embargo, hay políticos, economistas y ciudadanos que opinan que, con los ajustes que se están haciendo en España, el gobierno actúa como si ya estuviéramos intervenidos.
F.S.- Sí y no. Los presupuestos españoles los va a seguir haciendo España. En el caso griego, los hace la «troika» y eso es muy distinto. Nosotros tenemos margen para decidir qué hacemos o dónde recortamos para llegar al objetivo de déficit. En caso de tener un programa completo, directamente lo decide la «troika». El FMI, el BCE y la Comisión Europea van a tener una misión en España para la restructuración del sector financiero. Ahí sí que hay condicionalidad completa, pero no se van a meter en el ministerio de Economía a hacer los presupuestos.
eXp.- La sensación es que el rescate a los bancos lo vamos a pagar todos.
F.S.-Evidentemente, lo vamos a pagar todos. Quien piense que no, es que no es realista. Para empezar, en el sector bancario lo van a notar muy mucho. La restructuración del sector bancario tiene cosas concretas, por ejemplo, cerrar sucursales, despedir gente, bajar sueldos, liquidar quiénes son acreedores y quiénes no, qué pasa con las preferentes. Eso se va a notar claramente y después, en la medida en que España tiene que seguir haciendo ajustes, pues lo vamos a seguir notando. El debate es bastante absurdo.
eXp.- En ese caso, parece justo enarbolar la bandera contra el rescate bancario por los contribuyentes.
F.S.- Hay un error de origen en todo esto. Se ha decidido que aquí no quiebra ningún banco y, siempre y cuando los bancos no sean sistémicos y los de depósitos estén garantizados por el Fondo de Garantías de Depósitos, esto no debería ser así. De modo que ojalá que dentro de la restructuración que hagamos ahora del sistema financiero se contemple la posibilidad de que pueda haber pérdidas de los bancos también. Por ejemplo, que los bonistas que tienen títulos de deuda emitidos por los bancos vean que sus bonos se transforman en acciones y su precio caiga y, por tanto, sufran pérdidas. Eso sería algo más equitativo en la reforma del sistema financiero que simplemente decir que aquí se rescata a todo el mundo y sin ningún tipo de pérdida. Es importante que alguna de la pérdida la soporten los propios bancos, los bonistas de los bancos, los accionistas...
eXp. La reacción de los mercados al acuerdo, de momento, ha sido muy tímida
F.S.- Hay que esperar un poco más y tampoco es fácil saber cómo se mueven los mercados. Es muy difícil de interpretar.
eXp.- En Portugal ya se han levantado voces que consideran un trato discriminatorio de la UE en favor de España por este «rescate suave». ¿Cree usted que el acuerdo con el Eurogrupo tendrá un efecto contagio?
F.S.-Puede llevar a una demanda que no será satisfecha, porque el instrumento con el que se recapitaliza a España no existía cuando se hicieron los otros rescates y las leyes son las leyes. Lo que sí es posible es que Europa en su conjunto, a partir del Consejo de junio, tenga una estrategia con elementos de crecimiento, con inversiones del BEI que vengan a dinamizar un poco el crecimiento en Europa y eso pueda compensar a estos otros países.