Theresa May ha declarado a The Daily Telegraph que el gobierno de Cameron estudia restringir la entrada de ciudadanos residentes en países de la eurozona que busquen trabajo en el Reino Unido mediante la exigencia de visados.
Si lo hace, Londres rompería el principio de libre circulación de personas, vigente en la UE. Los permisos de trabajo solo están excluidos temporalmente, y según países, para ciudadanos de Bulgaria y Rumanía.
La titular de Interior británica reconoce que hasta ahora no han aumentado los flujos de inmigración europea y que la medida sería extensiva a ciudadanos de países terceros. Según datos difundidos esta semana por la Oficina nacional de estadística, en 2011 llegaron al Reino Unido 252.000 inmigrantes no comunitarios y el compromiso del gobierno conservador es reducir esa cifra por debajo de los 100.000 en 2015.