Entre los políticos, además del alcalde veneciano, Giorgio Orsoni, se encuentra el concejal de Transportes e Infraestructuras de la región del Veneto, Renato Chisso y el diputado, expresidente de esa región y exministro de agricultura, Giancarlo Galan. La policía lleva cinco años realizando investigaciones sobre supuestas malversaciones de dinero en el proyecto, pero hasta ayer no recibió órdenes de detener a los sospechosos. Según los datos obtenidos por los agentes financieros, se habrían evadido al extranjero unos 20 millones de euros.
Es el enésimo caso de corrupción que salta en el país transalpino en los últimos años. El escándalo afecta a los principales partidos. El alcalde es miembro del Partido Socialista y el exministro, de Forza Italia. En el centro de la supuesta red de soborno está el Consorzio Venezia Nuova, que reúne a las principales empresas constructoras italianas, a las cooperativas y a empresas encargadas de salvaguardar la laguna de Venecia. El fiscal que lleva el caso Carlo Nordio, ya investigó un caso similar, Tangentopoli, que provocó la caída del viejo sistema de partidos en Italia en la década de los 90. Nordio ha dicho que «hemos encontrado los mismos sospechosos que en esa época, los mismos partidos de centro-derecha y centro-izquierda y las mismas empresas».
Por su parte el ministro de infraestructuras y transporte, Maurizio Lupi, ha dicho que «debemos oponernos enérgicamente a la corrupción. Es absurdo que en nuestro país grandes los proyectos de infraestructura no se puedan realizar sin que aparezcan estos casos, hay que evitar esas costumbres ilícitas.... Debe haber una fuerte oposición contra la corrupción, pero hay que continuar realizando grandes proyectos de infraestructura, porque debemos tener la esperanza de que este país puede volver a ser un gran país».
El proyecto Moisés, supone la construcción de una serie de diques submarinos móviles que frenarían las habituales inundaciones que provoca el fenómeno conocido como «acqua alta». Se trata de instalar tres diques articulados que emergen cuando se produce la marea alta y supera los 110 centímetros y sirven para evitar que el mar entre en la laguna de Venecia. Valorado en unos 10.000 millones de euros, la obra ha estado envuelto en la polémica desde sus inicios, hace siete años, por su coste, su impacto medioambiental y su dudosa eficacia.
En las últimas horas la policía italiana también ha detenido a 31 miembros de la Cosa Nostra (la mafia siciliana) a los que imputan, entre otros, los delitos de homicidio, secuestro, extorsión y tenencia ilícita de armas. Para conseguirlo han contado con la colaboración de unos 44 empresarios locales y comerciantes, que no habían aceptado extorsiones.
En un comunicado de los Carabinieri se señala que han detenido a varios de sus responsables de la última década y de las familias mafiosas de Bagheria, Villabate, Ficarazzi y Altavilla Milicia, además de numeroso «hombres de honor». En la operación han participado 500 policías y se ha identificado a los asesinos de Nicolasio Salerno y Antonio Canu, encontrados muertos en 2005 y 2006 respectivamente, en Caccamo.