El Consejo Europeo, cuyo presidente, Herman Van Rompuy, obtuvo el mandato para lograr la convergencia de los Estados miembros acerca del Marco Financiero Plurianual 2014-2020, apostó por un recorte de aproximadamente 80.000 millones de euros sobre la propuesta del cuerpo ejecutivo de la Unión Europea.
Los principales recortes propuestos por el belga, en su primera versión, afectarían a dos de las políticas comunitarias más importantes: la agrícola y la de cohesión. La idea encontró el respaldo por parte de los contribuyentes netos, pero al mismo tiempo fue rechazada por una alianza de 14 Estados miembros, los «amigos de la cohesión», que apostaban por el fomento del crecimiento y la protección intentando conservar las subvenciones que reciben dentro de su ámbito.
La cumbre comenzó con las reuniones bilaterales entre el Presidente del Consejo Europeo y los representantes de los distintos países miembros. Tras este día, el Consejo Europeo decidió modificar su propuesta, distribuyendo el presupuesto de otra manera, pero manteniendo el principal recorte de 80.000 millones de euros.
Entre los ámbitos más afectados, se encontraron la competitividad y la investigación (un recorte de 13.000 millones de euros), la seguridad y la ciudadanía (1.600 millones de euros) y el de las acciones en el marco de la política exterior (5.000 millones de euros). La parte del presupuesto correspondiente a la PAC registró una reducción de 14.000 millones, frente a la anterior propuesta, que planteaba una reducción de 21.746 millones de euros, mientras que la de la Política de Cohesión se redujo a 18.700 millones de euros, en comparación con la anterior propuesta de 29.700 millones.
Por desgracia, la segunda propuesta tampoco satisfizo a los 27 Estados miembros, que no llegaron a superar la falta de convergencia de sus posiciones. Esto supuso en definitiva el fin de la cumbre y su supuesto fracaso, aunque los representantes de los países acordaron darse más tiempo y retomar las negociaciones a comienzos del año 2013, lo que puede ser una señal de un alto potencial para su cumplimiento.
Al mismo tiempo las fuentes diplomáticas apuntan a que el presidente del Consejo Europeo tampoco presentará una nueva propuesta antes de la cumbre, lo que puede significar que no habrá grandes cambios en las cifras. De todos modos en el caso de que no se pueda aprobar el Marco Financiero Plurianual al principio del año que viene, los líderes de los Estados miembros tendrán que apostar por la opción de acordar un presupuesto provisional conforme al cual la UE actuaría a lo largo de los próximos años.
Por otro lado hay que decir que la disputa por el presupuesto comunitario no es nada nuevo, y que al mismo tiempo nadie esperaba que éste fuera acordado en esta cumbre. Las circunstancias en las que se celebró tampoco ayudaron mucho. La crisis económica y financiera, el gran abanico de los postulados por parte de los Estados miembros, así como la falta de interés por parte de algunos de ellos debido a sus acontecimientos internos, influyeron muchísimo en la dinámica y el desarrollo de las negociaciones.
Al mismo tiempo no hay que olvidarse de que el mundo sigue girando y que en los tiempos que corren es necesario que un actor como la UE pueda combinar el realismo con la orientación para el futuro marcando de este modo sus prioridades presupuestarias de modo correcto.