Ha tenido que pasar un año y medio desde que el Parlamento polaco aprobara el Tratado de Lisboa, para que el presidente del país, el euroescéptico Lech Kaczynski, estampe su firma en el texto.
Con dudas de última hora, Kaczynski finalmente ha cumplido su palabra. Se había comprometido a ratificar el Tratado si los irlandeses daban el sí en el referéndum y así lo ha hecho, en una ceremonia solemne celebrada en Varsovia, ante los jefes de las instituciones comunitarias.
Kaczynski ha querido dejar clara su disconformidad con Lisboa y ha recordado que Polonia va a seguir siendo un Estado soberano y que firma el Tratado porque así lo quiere el pueblo polaco.
Kaczynski fue un duro negociador del Tratado e impuso excepciones para Polonia para marcar la supremacía de la legislación de su país y la aplicación de la Carta de Derechos Humanos. Hoy, en su discurso ha hecho un llamamiento a favor de la ampliación de la UE y ha citado, en concreto, a los Balcanes, Ucrania y Georgia.
Tras la suma polaca al Tratado, el checo Vaclav Klaus el es único jefe de Estado europeo que no lo ha ratificado y quien impide que entre en vigor inmediatamente, como quieren en Bruselas. euroXpress