El presidente francés, François Hollande, ha hecho una visita sorpresa a Afganistán, para explicar la retirada de las tropas francesas a finales de 2012, dos años antes de la fecha marcada por la OTAN, pero ha asegurado que se hará «de manera ordenada y coordinada con los aliados». Hollande cree que los afganos ya pueden elegir libremente su camino y que la amenaza terrorista que provenía del país no es tan grave.
El presidente francés y sus ministros de Defensa y Asuntos Exteriores han viajado hasta la región de Kapisa, donde están destinados la mayoría de los 3.550 soldados franceses que hay en Afganistán. «Hay que explicar también a las tropas que su misión estará pronto terminada, y que en buen orden y con gran orgullo nos vamos a retirar y pasar a los afganos la gestión de su territorio y la defensa de su soberanía», ha afirmado Hollande.
La retirada de las tropas francesas era uno de los puntos del programa electoral socialista y el presidente confirmó su decisión en las últimas reuniones del G8 y de la Alianza Atlántica. «Esta es una decisión soberana. Solo Francia puede comprometer a Francia. Será puesta en marcha con buen entendimiento con nuestros aliados, sobre todo con el presidente Obama, que comprenden las razones, y en concertación con las autoridades afganas», ha declarado Hollande.
El jefe de Estado francés ha añadido que «los aliados ya no son quienes deben definir el futuro de Afganistán», aunque Francia seguirá ayudando al desarrollo del país. Este viernes, Hollande se ha entrevistado con el presidente afgano, Hamid Karzai, y con representantes de la sociedad civil afgana.
Hay otra razón, según Hollande para sacar a sus tropas del país: «La amenaza terrorista sobre nuestro país y sobre nuestros aliados que provenía de Afganistán, sin haber desaparecido totalmente, ha sido en parte cercenada».