Bassey, de 42 años, es uno de los cuatro laureados de este año al Nobel Alternativo, un galardón que se vincula, en cierta forma, a los premios Nobel oficiales.
El premiado ha declarado desde África que quiere «ver el fin de los crímenes empresariales cometidos por las grandes petroleras de todo el mundo».
Según Amigos de la Tierra, Bassey, es uno de los principales activistas africanos que luchan por el medio ambiente y los derechos humanos contra las prácticas de las empresas multinacionales y la devastación ambiental que dejan a su paso, destruyendo vidas y pisoteando los derechos de la población local.
El Right Livelihood Award se entrega desde 1980, fue creado por el filántropo Jakob von Uexkull, para homenajear y apoyar a aquellas personas que «trabajan en la búsqueda y aplicación de soluciones para los cambios más urgentes que necesita el mundo actual». El premio lo decide un jurado internacional en ámbitos como la protección del medio ambiente, los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la salud, la educación o la paz. Coinciden con el Nobel en el lugar en el que se dan a conocer, Estocolmo y en el momento, este lunes el Instituto Karolinska comenzará a hacer público los premiados con los Nobel de este año. El Nobel alternativo se entregará el 9 de diciembre en el Parlamento Sueco, está dotado con 230.000 dólares, que se reparten entre los cuatro galardonados.
Los otros tres premiados este año son el obispo católico Erwin Kraeutler, de 71 años, por su «trabajo de toda una vida en favor de los derechos humanos y ambientales de los pueblos indígenas» en Brasil; la organización Médicos para los Derechos Humanos, de Israel, reconocida «por su espíritu indomable en defensa del derecho a la salud para todo el pueblo de Israel y Palestina»; y Shrikrishna Upadhyay, de 65 años, por su lucha persistente contra la pobreza en Nepal, «aún amenazada por la violencia política y la inestabilidad»