El presidente afgano, Hamid Karzai, ha acusado a la comunidad internacional del fraude masivo en las últimas elecciones presidenciales que le llevaron al poder. Ante la Comisión electoral independiente de su país, Karzai ha puesto nombres y apellidos a los supuestos responsables: el general francés Philippe Morillon, que actuó al frente de la misión de observadores de la UE; y Peter Galbraith, representante adjunto de la ONU en Afganistán.
«Hubo fraude en las elecciones presidenciales y provinciales, hubo fraude generalizado, sin duda. No fue fraude cometido por los afganos, sino por los extranjeros, el fraude de Galbraith, de Morillon y los votos de la nación afgana estaban bajo el control de una embajada,» ha dicho Karzai.
Su denuncia incluso tenía datos concretos. Asegura que Galbraith advirtió a un responsable electoral de que sería «cavar su propia tumba» si el presidente era declarado vencedor en la primera vuelta. Por su parte, Morillon intentó supuestamente bloquear el anuncio de los resultados para aceptar una alianza política.
Morillon, en nombre de la UE, fue el primero en denunciar los fraudes que, según dijo, afectaron al menos a la cuarta parte de las papeletas de voto validadas por la Comisión electoral.
Karzai fue declarado vencedor en las elecciones, tras retirarse en la segunda vuelta su rival, Abdullah Abdullah, argumentando que no había garantías para celebrar unas elecciones libres.
El gobierno francés se ha mostrado sorprendido por las acusaciones. Un portavoz del ministerio de Exteriores ha señalado que no tienen fundamento y nada tienen que ver con las que Karzai realizó durante su discurso de investidura el pasado noviembre.
Responsables de la ONU en Afganistán no han querido comentar las declaraciones del presidente afgano. Peter Galbraith, a quien ahora acusa Karzai, fue cesado de sus funciones por responsabilizar a su superior jerárquico, el noruego Kai Eide, de haber ocultado la magnitud de los fraudes cometidos a favor de Karzai.
De cara a las próximas elecciones legislativas, Karzai emitió un decreto, por el que retiraba a la ONU el derecho a designar a la mayoría de los miembros de la Comisión Electoral de Quejas. El Parlamento afgano lo rechazó. euroXpress