Un informe de la OIT titulado Una estrategia de inversión orientada al empleo para Europa, muestra que una combinación de inversiones del sector público y privado por 315.000 millones de euros podría potenciar la competitividad de Europa y ayudar a resolver la crisis del empleo. Pero depende de cómo se aplique el plan.
El Director del Departamento de Investigación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Raymond Torres, explica que el plan «puede complementar las medidas monetarias anunciadas hace poco por el Banco Central Europeo, al estimular la inversión empresarial, el crecimiento y la creación de empleos».
Pero para que eso tenga un impacto significativo en el desempleo, en primer lugar debe incluir una parte considerable de inversión privada, en particular entre las pequeñas empresas con alto coeficiente de empleo.
En segundo lugar, debería abordar las enormes disparidades en el desempleo que se registra entre los diferentes Estados miembros, de manera que las economías con mayor paro sean las que más se beneficien.
La OIT afirma que si no se cumplen estas dos condiciones el plan de la Comisión tendrá poca o ninguna relevancia en las perspectivas de empleo de la UE.
Añade además, que es fundamental que el plan vaya acompañado de una estrategia a más largo plazo que se concentre en la calidad del empleo y en reformas equilibradas.
Una perspectiva de empleo frágil y desigual
El plan de inversiones de Jean-Claude Juncker llega en un momento en el que la situación del empleo en Europa sigue siendo frágil y desigual.
Según la OIT, la media de la tasa de desempleo en la UE se sitúa alrededor del 10 por ciento, cerca de 3 puntos porcentuales por encima de la tasa que se registraba antes del comienzo de la crisis mundial en 2008. Además, la mitad de los desempleados ha estado sin trabajo durante más de un año. Las mujeres y los jóvenes se ven afectados de manera desproporcionada.
Con grandes disparidades entre un país y otro, las tasas de desempleo en el sur de Europa y regiones de Europa Central son persistentemente altas. En el tercer trimestre de 2014, la tasa de paro en España era superior al 23 por ciento y en Grecia de más del 25 por ciento. Tres años antes, la tasa de paro en ambos países era del 8 por ciento.
«Esta situación ha impuesto enormes costes económicos y sociales, con repercusiones más graves en el sur de Europa, pero con daños a los hogares y los trabajadores de toda la región», afirma la Subdirectora General de Políticas de la OIT, Sandra Polaski. «La urgencia de abordar estas cuestiones aumenta cada día que pasa».
Las personas que han estado desempleadas por períodos largos son más propensas a desanimarse y a abandonar completamente el mercado laboral. La débil demanda en Europa afecta a las inversiones de las empresas perjudicando a la competitividad.
Es una pescadilla que se muerde la cola, a medida que las competencias se degradan, la empleabilidad de los trabajadores se deteriora, haciendo cada vez más difícil encontrar trabajo en un momento en el que el mercado comienza a recuperarse. Esta cuestión tiene una importancia especial para los jóvenes.
Romper la tendencia
El desafío está en que los responsables políticos de la UE eviten un escenario de «evolución sin cambios», es decir, que los fondos no lleguen a los países y sectores que más los necesitan.
La OIT cita un ejemplo, entre 2007 y 2013, los países con un desempleo más alto obtuvieron menos de un tercio de los recursos financieros del Banco Europeo de Inversiones (BEI), debido a que la inversión privada es débil en los países más afectados por la crisis.
Una afluencia de recursos en estos países estimularía la reasignación de recursos hacia actividades más estratégicas y de alto impacto, y los desviaría de los sectores de bajo valor añadido.
El informe de la OIT destaca la importancia de que se acelere el proceso legislativo, de manera que el plan Juncker pudiera ponerse en marcha a mediados de 2015.
Faltan profesionales cualificados
El Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP), publica a su vez un informe en el que destaca cómo a pesar de los altos índices de desempleo que se registran en muchos países europeos, se constata una escasez de profesionales cualificados en los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
CEDEFOP hace hincapié en que el asesoramiento y la orientación profesional desempeñan un papel cada vez más importante debido a su eficacia en el desarrollo de las competencias y actitudes que las personas necesitan para desarrollar una buena carrera profesional.No solo para los individuos, la orientación y el asesoramiento pueden ayudar a las personas y a las organizaciones a adaptarse y a ser productivas en las nuevas y atípicas condiciones económicas y sociales.