El plan de rescate a Grecia monopoliza el Consejo Europeo

Alemania resiste la presión de los socios para prestar una ayuda coordinada a Atenas

Otra crisis europea. El Consejo europeo se reúne hoy en Bruselas enfrentado sobre la fórmula con la que la eurozona debe ayudar a Grecia a evitar la quiebra. El presidente estable de la UE, Herman Van Rompuy, renunció anoche a convocar una reunión del Eurogrupo, como habían pedido Francia y España, ante la negativa alemana a participar en un mecanismo financiero coordinado por la UE para Grecia.

La Comisión europea insiste en la necesidad de tomar una decisión rápida, porque urge para las finanzas griegas y porque los mercados siguen castigando a la moneda única. En la resistencia alemana pesan más las elecciones de Renania en mayo.

Angela Merkel, canciller alemana / Foto:UE

La UE se enfrenta a la mayor crisis de los últimos tiempos.Esta mañana, en Bruselas, el presidente rotatorio de la UE, José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente estable, Herman Van Rompuy, siguen intentando buscar fórmulas para que Alemania se sume al mecanismo financiero coordinado para ayudar a Grecia. El intento de reunir al Eurogrupo antes del Consejo falló anoche ante las resistencias de Berlín.

El presidente de la Comisión europea, José Manuel Durao Barroso, apelaba anoche a la responsabilidad de Berlín para aprobar el plan de rescate porque está en juego la estabilidad de la eurozona. La moneda única marcó ayer su mínimo en 10 meses frente al dólar. El Comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, pedía una decisión política rápida y aseguraba que la Comisión está lista para poner en marcha ese marco europeo de coordinación.

Grecia advierte que no puede seguir refinanciando su deuda con los tipos de interés del mercado y el plazo vence antes de dos meses. Se calcula que son necesarios unos 22.000 millones de euros, de los que Alemania debería poner un 22%. El gobierno español ha propuesto financiar el 9% de la deuda griega.

El mecanismo propuesto por la Comisión consiste básicamente en préstamos bilaterales de los Estados, ya que los Tratados prohíben la asistencia conjunta de la UE, y recurrir al FMI para refinanciar otra parte de la deuda.

Hasta hace muy poco, se decía públicamente que la intervención del FMI sería una humillación para Europa, pero Alemania insiste en que los países de la UE son los principales contribuyentes al Fondo y no hay merma de credibilidad porque participe en el rescate griego.

En la postura alemana tiene mucho que ver la próxima cita electoral, a finales de mayo, en Renania del Norte-Westfalia, donde la canciller Angela Merkel tendría que justificar que pide apretarse el cinturón a los alemanes pero encabeza la ayuda a un socio de la UE que ha falsificado sus cuentas y que ha recurrido al ajuste cuando ya era tarde y Europa se lo ha exigido.

Por eso el gobierno alemán no sólo se niega a poner dinero, sino que exige también que se endurezcan los mecanismos de control financiero y de sanciones a los países de la eurozona, que incumplan los límites de déficit y deuda.

En el Parlamento europeo, los líderes de los grupos parlamentarios están a favor de que se apruebe el rescate europeo a Grecia.

La crisis griega ni siquiera está en el orden del día de este Consejo de primavera, que debería dedicarse a tomar medidas para salir de la crisis y estudiar la Estrategia 2020 de crecimiento y empleo.euroXpress