Doha, (IPS) - El líder rebelde kurdo Abdalá Ocalán ha divulgado desde la prisión una esperada declaración de cese del fuego, que supondría un importante paso hacia el fin del conflicto con Turquía, que lleva 30 años y ha costado la vida a 40.000 personas. La tregua anunciada este jueves, coincidiendo con el Año Nuevo kurdo, o «Newroz», también llama al repliegue de los combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) a sus bases en el norte de Iraq.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dicho en Holanda, que el cese del fuego es un «acontecimiento positivo». En la declaración, leída por los parlamentarios Pervin Buldan, en kurdo, y Sirri Sureyya Onder, en turco, el líder del PKK pide «que se silencien las armas y que hable la política». «Se alcanzó una etapa en la que nuestras fuerzas armadas deberían retirarse más allá de las fronteras... Este no es el fin. Es el comienzo de una nueva era», añade el texto.
La declaración ha sido leída en medio de un mar de banderas kurdas en la ciudad de Diyarbakir, habitada en su mayoría por personas de ese grupo étnico, y donde cientos de miles de personas se han reunido para celebrarlo. Erdogan ha expresado su decepción por el hecho de que no hubiera banderas turcas en los festejos de Diyarbakir por el Newroz. «Este es un enfoque provocador de los círculos que quieren influenciar el proceso en una forma negativa», ha dicho.
El anuncio de Ocalán sería una respuesta a la apertura mostrada por el gobierno de Turquía, que estaría dispuesto a ampliar el reconocimiento constitucional de los derechos de los 15 millones de kurdos. El proceso de paz es resultado de una serie de consultas escritas entre Ocalán, legisladores prokurdos y representantes del PKK en Europa y el norte de Iraq, supervisadas por autoridades de Turquía.
Legisladores kurdos han dicho que Ocalán podría pedir que se creen comisiones para seguir de cerca la aplicación del cese del fuego y que se les otorguen salvoconductos a los combatientes del PKK para que abandonen Turquía.
«Carrera política»
Tanto Erdogan como Ocalán parecen haber arriesgado su futuro político en estos esfuerzos de paz. Zeina Khodr, corresponsal de Al Jazeera en Diyarbakir, dice que el primer ministro turco no había ocultado sus intenciones de aspirar a la Presidencia. «Querrá enmendar la Constitución e incrementar los poderes del presidente. No puede hacer eso sin apoyo del partido kurdo», recuerda. Erdogan dijo que estaba apostando al proceso de paz, aun si eso le costaba su carrera política. El primer ministro fue acusado de hacer demasiadas concesiones al PKK.
Por su parte, Ocalán, también conocido como «Apo», dijo querer la paz para el bien de su pueblo. «Si este proceso fracasa, consideren a Apo muerto. Simplemente estoy fuera», dijo el líder kurdo, de 64 años, durante una inusual reunión en la prisión con legisladores el mes pasado.
Difícil camino por delante
Aunque se mantenga el cese del fuego, el proceso de desarme y reintegración del PKK será largo y vulnerable ante posibles sabotajes. El destino de Ocalán también es incierto, pero cualquier intento de liberarlo sería duramente criticado por muchos sectores turcos que consideran cualquier concesión como una amenaza a la unidad del país.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera
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