La crisis económica que vive Ucrania tiene sus raíces en sus problemas estructurales, como la corrupción, y está agravada por el conflicto armado del este del país, las restricciones comerciales impuestas por Rusia y la escalada de un conflicto por el gas natural. Ucrania ha perdido su acceso a los mercados internacionales de deuda, lo que le impide pedir un préstamo monetario por ella misma.
La Comisión Europea va a recaudar fondos en el mercado internacional de bonos y los prestará a Ucrania, sin añadir ningún interés extra al que la UE tenga que pagar a sus acreedores externos. Ucrania deberá devolver el dinero dos años y medio después de la concesión del préstamo.
Reformas a cambio del préstamo
Las condiciones del préstamo aún deben ser acordadas por la UE y Ucrania en un memorando que comprometerá a Ucrania a elaborar un programa de reformas encaminadas a subsanar las debilidades fundamentales que causaron el déficit actual del país.
El acuerdo incluye reformas en la gestión de las finanzas públicas, medidas de lucha contra la corrupción, cambios de la administración tributaria, reformas en los sectores energéticos y financieros y medidas para mejorar el entorno empresarial.
Una vez que la UE y Ucrania firmen el acuerdo, el dinero irá directamente al presupuesto del país. Dos terceras partes de la cantidad acordada podrían ser desembolsados a finales de 2015 y el tramo final en el primer trimestre de 2016.