Barack Obama, ya en año de elecciones presidenciales, ha dicho tras conocer la creación de puestos de trabajo que la economía de EEUU «está avanzando en la dirección correcta». Su política de inyectar liquidez a los mercados e impulsar el consumo ha conseguido cerrar 2011 con 1,6 millones de empleos más.
La tasa de paro en Estados Unidos se había mantenido alrededor del 9% desde hace años y llegó al 10,1% en octubre de 2009. Ahora, sin levantar mucho la voz, puede decirse que la recuperación está en marcha.
El mismo día que se conocían en Washington estos datos optimistas, Bruselas ofrecía las cifras de paro en Europa, donde se mantienen sin cambios y en una tasa obstinadamente alta. En el conjunto de la UE, el desempleo fue en noviembre del 10,3% y en la eurozona del 9,8%.
Las políticas de austeridad han provocado que el número de parados aumente en la UE27 en 723.000 personas hasta los 23,6 millones; y en la zona de la moneda única, en 587.000 personas hasta los 16,3 millones.
Con todo, las circunstancias nacionales marcan un abismo entre países. Mientras Austria tiene un paro del 4% y Holanda y Luxemburgo no llegan al 5%, España alcanza el 22,3%, seguida muy de lejos por Grecia con el 18,8%. Los países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, son los que mejor están combatiendo el desempleo; los que peores resultados obtienen son Grecia, Chipre y España.
Las cifras de paro entre los menores de 25 años siguen duplicando las tasas generales. El desempleo afecta a 5,5 millones de jóvenes en toda la UE y a 3,3 millones en la zona euro. Mientras Alemania mantiene un índice del 8,1%, España llega al 49,6%.