La llamada directiva del «permiso único» ha sido rechazada por un estrecho margen en el Parlamento Europeo durante una bronca sesión, el texto ha sido devuelto a la Comisión Europea y se debatirá de nuevo en dos meses.
Aunque la directiva dice expresamente que los inmigrantes procedentes de países de fuera de la UE deben ser considerados como comunitarios en cuanto a los beneficios sociales, en la realidad los temporeros o los solicitantes de protección internacional quedarían excluídos.
El ejecutivo comunitario presentó una directiva sobre el «permiso único» por primera vez en 2001. El Consejo de Ministros la rechazó y la directiva tuvo que ser retirada en 2006. El texto que hoy se sometía a votación en la eurocámara se presentó en 2007. Esta vez necesitaba, además del visto bueno de los gobiernos de los Estados miembros la ratificación del Parlamento Europeo, en virtud del procedimiento de «codecisión» que le ha otorgado el Tratado de Lisboa, y en ese trámite ha sido tumbado.
Ahora, la Comisión Europea debe decidir si reforma el texto o lo renueva totalmente y propone una nueva directiva que regule y simplifique la inmigración legal dentro de la UE.