La banda ancha e Internet son motores de crecimiento económico, creación de empleo y competitividad europea, según el informe aprobado. Con esa premisa, la Eurocámara quiere evitar conductas de las empresas que vayan contra la competencia o discriminen en la gestión del tráfico.
Por eso, pide a la Comisión Europea que vigile las prácticas en relación al bloqueo o la tarificación excesiva de los servicios de voz o vídeo y el intercambio de ficheros o la degradación de la calidad.
El texto de los legisladores europeos destaca que cualquier solución sobre la neutralidad en la red solo podrá ser eficaz si se adopta «un enfoque europeo coherente». En esa línea, pide a los Estados miembros que obliguen a cumplir la prohibición de la publicidad engañosa y protejan el derecho de los consumidores a cambiar de proveedor con facilidad. Es imprescindible, dicen, una «información clara, eficaz, útil y comparable en todas las prácticas comerciales y, en especial, en Internet móvil».
Una Internet abierta y neutral fue el objetivo de Bruselas cuando aprobó en mayo las normas reguladoras de las telecomunicaciones, que perseguía igualmente un flujo sin trabas del tráfico por Internet. Se pidió entonces al Organismo de Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas (ORECE) que evaluara la situación en cuanto a barreras al cambio de operador, la transparencia y la calidad del servicio.
Ese organismo presentará su investigación antes de fin de año y el Parlamento Europeo pide que sus resultados se evalúen en el plazo de seis meses. La resolución de la Eurocámara se tendrá en cuenta en las decisiones que adopten los ministros del ramo en su reunión del próximo 13 de diciembre.