En una resolución presentada por los grupos popular, socialista, liberal, verde y de la izquierda europea y aprobada por 430 votos a favor, 105 en contra y 59 abstenciones, el Parlamento europeo expresa su «profunda preocupación ante actuaciones que restringen la libertad de expresión y de reunión partiendo de ideas erróneas sobre la homosexualidad y la transexualidad».
Los eurodiputados consideran que «los Estados miembros de la UE deben ser ejemplares en el ejercicio y la protección de los derechos fundamentales en Europa», por eso extiende su queja sobre legislaciones que pueden fomentar la homofobia dentro y fuera de la Unión Europea. Se han examinado normativas de seis países: Rusia, Ucrania, Moldavia, Lituania, Letonia y Hungría y el texto aprobado lamenta que se legitime la homofobia y, a veces, la violencia.
La Eurocámara lamenta que se utilice este tipo de leyes para detener y multar a ciudadanos, incluidos ciudadanos heterosexuales, que expresaban su apoyo, tolerancia o aceptación a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
En la resolución se dice que «es más probable que los derechos fundamentales de las personas LGTB sean protegidos si tienen acceso a instituciones jurídicas como la convivencia, la unión registrada o el matrimonio», pero los eurodiputados no llegan a pedir que se legisle sobre la materia a los Estados que no lo hayan hecho, sólo que «consideren la posibilidad de hacerlo».
Los parlamentarios también reclaman a la Comisión que «proponga medidas para que sean reconocidos recíprocamente los efectos de los documentos relativos al estado civil sobre la base del principio de reconocimiento mutuo».