Ni el europarlamento, ni algunos Estados miembros, ni ONGs quieren que se retiren las propuestas legislativas sobre la calidad del aire y el tratamiento de residuos como ha anunciado Jean-Claude Juncker, «porque no es previsible un acuerdo» entre los Estados miembros y el Parlamento Europeo que permita su entrada en vigor.»
Se trata del Plan de Economía Circular que a bombo y platillo presentó el pasado junio la Comisión Barroso. Este jueves ha tenido lugar la votación en el PE y cinco de los siete grupos han pedido que se mantenga.
Para Amigos de la Tierra es «importante y urgente» que se implanten medidas que permitan una economía circular en la UE, que promovería la creación de 180.000 empleos verdes. El paquete de medidas de la Economía Circular exige a los estados que gestionen de una manera adecuada los residuos hasta llegar a una reutilización y reciclaje del 70 %, y la separación selectiva obligatoria de los biorresiduos para 2025.
Europa no puede seguir siendo una sociedad basada en la cultura de 'usar y tirar', dice la organización ecologista. «El crecimiento económico no puede ser una excusa para el consumo desmesurado de las materias primas», señala Alodia Pérez, responsable del área de recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra.
El paquete de medidas de la Economía Circular plantea prohibir la acumulación de residuos reciclables en los vertederos a partir de 2025 y establecer dos objetivos para que se aprovechen más los recursos, con el reciclaje del 70 % de la basura urbana y el 80 % de los envases desde 2030.
Jean-Claude Juncker, en la presentación de su plan de trabajo, también contaba con modificar la propuesta sobre las medidas de calidad del aire, que establece nuevos topes de emisiones nacionales para 2020 y 2030 de los cuatro contaminantes que ya se recogen en las normas europeas y para dos nuevos, el metano y las partículas en suspensión.
Once ministros responsables de Medio Ambiente en la UE dirigieron a primeros de diciembre una carta al presidente de la Comisión y a parte de su equipo, expresando su apoyo tanto al paquete de eficiencia de los recursos y sobre residuos, como a las medidas de aire limpio y haciendo hincapié en que se consideren como políticas prioritarias en los próximos años.
Destacados eurodiputados encargados de la tramitación de políticas medioambientales y climáticas en la Eurocámara también mostraron su rechazo a las intenciones de la CE en otra carta dirigida a Juncker. Los firmantes consideran que ese conjunto de normas sobre economía circular es una de las propuestas de mayor importancia que se puedan discutir por su carácter horizontal y apuntan a los «beneficios cruciales» de la normativa sobre calidad del aire.
Las asociaciones de empresarios están en contra y son las principales promotoras de la retirada de ambas normativas. «Las propuestas que impondrían cargas innecesarias o que tienen un impacto desproporcionado sobre el crecimiento y el empleo deben ser retiradas o revisadas para eliminar estas disposiciones innecesariamente gravosas», dice su comunicado.