El paquete de seis medidas reforma el pacto de estabilidad y crecimiento para permitir una supervisión no solo del déficit público, sino también de la deuda. La Comisión Europea asume, de esta manera, el papel de supervisora encargada de detectar y alertar de posibles desequilibrios fiscales.
El pleno del Europarlamento ha aprobado los seis textos legislativos que desarrollan la normativa, aunque en algunos casos diputados de centro izquierda votaron en contra o se abstuvieron por considerar que el paquete legislativo se centra demasiado en el cumplimiento fiscal por encima del crecimiento y el empleo.
A los Estados miembros que no cumplan los objetivos fiscales se les impondrá una sanción consistente en el depósito del 0,2% del PIB de su país. Si persiste en el incumplimiento la sanción se convertirá de manera automática en multa. En este caso no se podrá hablar de lentitud, desde el primer aviso hasta la multa habrán transcurrido apenas seis meses.
Además del déficit y la deuda, la Comisión Europea vigilará a los grandes países para evitar la desestabilización. Por ejemplo que Alemania o Países Bajos, presenten un desfase excesivo entre las exportaciones y las importaciones.
Así mismo se introducen normas para asegurar la veracidad de las estadísticas que presenten los países y la independencia de los organismos encargados de elaborarlas. El paquete será remitido a los ministros de Finanzas de los veintisiete que deberán aprobarlo el próximo 4 de octubre.