El Parlamento cuenta, por primera vez, con poder de codecisión en Política Agraria y, este miércoles, las instituciones de la Unión Europea (UE) y los Estados miembros votan un informe elaborado en consenso para reformar la PAC en el periodo 2014-2020, con propuestas para desarrollar una actividad agraria y ganadera más respetuosa con el medio ambiente. Entre los cambios planteados por Bruselas destacan: fijar un techo máximo de 300.000 euros anuales por explotación, unificar un «pago base» unitario entre países y sectores y reservar un 30% de las ayudas al «pago verde». El informe, que se vota en Estrasburgo (Francia), cuenta ya con 500 enmiendas.
El Presidente de la comisión Europea, Durao Barroso, ya manifestó durante los debates previos a la votación de la PAC, que entendía las preocupaciones de los agricultores europeos en torno a la voluntad de Bruselas de «ecologizar» las explotaciones, y añadió que todos los esfuerzos de la Comisión estarían en hacer «ese cambio lo más sencillo posible para ellos». «Para muchos sectores económicos, pero en particular para el agrícola, no hay competitividad futura sin la integración de los desafíos medioambientales, sin un uso razonable de nuestros recursos naturales, sin cuidado de la biodiversidad», recalcó Barroso.
La industria agroalimentaria y de bebidas europea representa el 6 % del PIB de la Unión y 715.000 millones de valor añadido, y da trabajo a 15 millones de empresas y 46 millones de trabajadores.
Dermot Ryan, consejero de Agricultura de la Representación Permanente de Irlanda ante la UE, ha asegurado que la prioridad más inmediata de la Presidencia de la UE que ostenta su país es concluir la posición del Consejo «a finales de marzo», con el objetivo de lograr un acuerdo interinstitucional sobre la nueva PAC antes de julio.
El pago verde
El informe incluye las tres medidas que propone Bruselas para el pago de la prima ecológica: la rotación de cultivos, el mantenimiento de pastos permanentes o disponer de un área de valor ecológico.
A falta de que actúen las enmiendas en la votación de estos puntos, este planteamiento no coincide con la idea de España, por ejemplo, de apostar por más posibilidades de acceso al pago. El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ya se ha mostrado preocupado por la falta de «flexibilidad» en la aplicación del nuevo modelo de ayudas que no tiene en cuenta la especificidad de los distintos tipos de territorios en un mismo país. «No se puede hacer un traje de talla única para todos los países, es algo suicida», apuntó.
El 30% de «pago verde» dependerá del llamado «greening», los requisitos ecológicos que la Comisión exige para su cobro. La Eurocámara apuesta, sin embargo, por cierta flexibilidad para eximir a determinadas zonas y tipo de explotación de la obligación de cumplir con las exigencias agroambientales. Por ejemplo, por tamaño de explotación, para las que estén entre 10 y 30 hectáreas, sólo tendrán que rotar dos cultivos diferentes en lugar de tres. Además, para cultivos tradicionales de la región como el olivar y el viñedo, se eliminan requisitos que sí tienen otros cultivos como la obligación de barbecho o de rotación.
La votación deberá aclarar, también, si seguirá existiendo lo que Bruselas y los grupos ecologistas critican como «doble financiación», que permite a un agricultor percibir el «pago verde» además de otros fondos de desarrollo rural por una misma medida ecológica.
El Parlamento Europeo también votará la posibilidad de limitar las sanciones para los agricultores que no cumplan con las medidas contempladas en el 'greening'; así, quienes no cumplan podrán perder el 30% del «pago verde», sin que afecte a otras ayudas que perciba.
Ayudas a agricultores jóvenes y más autonomía
La Eurocámara votará en general por una PAC más justa y, entre las novedades, está si plantean un techo máximo de 300.000 euros al año para las ayudas directas que reciben las explotaciones, limitándose los pagos a los «agricultores activos». De esta manera quedarían fuera los aeropuertos o los campos de golf.
Otro cambio que aporta la Eurocámara es la de ampliar el margen de maniobra de los productores (agricultores y ganaderos) para negociar con transformadores y distribuidores (por ejemplo, los supermercados) los términos del contrato, incluido el precio.
Pero, sin duda, uno de los aspectos más positivos que votará el Parlamento será el aumento de las ayudas a los pequeños agricultores y a los jóvenes. Para los jóvenes el Parlamento europeo plantea un pago suplementario del 25% durante los cinco primeros años de actividad, un extra que iría a los menores de 40 años. Para el pequeño agricultor, propone un tope de 1.500 euros en vez de 1.000, que era la primera propuesta. Además, se quieren ayudas específicas para poner en marcha la explotación de la tierra.
La votación tiene puntos más polémicos como el sistema de producción por cuotas que afecta a sectores como la leche y el azúcar, y que está previsto que se liberalice en los próximos años, con la preocupación de sus productores que piden que se extienda este régimen en el tiempo. El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, se resiste a ceder en estos asuntos pese a que países productores como España y Francia se han pronunciado a favor.
Otro asunto que la Eurocámara introduce entre sus peticiones es el mantenimiento de los derechos de plantación de viñedos, que debería desaparecer en 2016 y que la comisión de Agricultura del Parlamento Europeo pide mantener hasta 2030.
Las organizaciones agrarias españolas Asaja, COAG y UPA coinciden en que la reforma de la PAC para el periodo 2014-2020 no traerá «nada bueno» si finalmente no tiene en cuenta la especificidad de los distintos territorios.
Ecologistas y pequeños agricultores firman por la «PAC verde»
El punto de vista de los ecologistas se basa en el análisis de los desastres a los que han llevado décadas de agricultura y ganadería intensivas: la desaparición de casi 4 millones de empleos agrarios, la contaminación del 90% de los ríos y lagos europeos, la desaparición en las zonas rurales del 50% de las plantas y los 300 millones de aves desaparecidas desde 1980 por su dependencia a ciertos hábitats agrarios.
WWF quiere que el respeto por el medio ambiente sea el pilar de la nueva política agrícola y duda de las buenas intenciones ecológicas de la reforma. «En realidad no será más verde. De hecho, dependiendo del resultado de la votación de hoy, 13 de marzo, y de la posición que finalmente adopte el Consejo (Ministros de Agricultura) puede ser un claro paso atrás en la necesaria senda de la sostenibilidad», asegura Celsa Peiteado, del Programa de Aguas y Agricultura de WWF España. «La pretensión es diluir los actuales requisitos y normas ambientales que tienen que cobrar los beneficiarios de ayudas directas, evitando además que normas clave, como la Directiva Marco del Agua o la de Uso Sostenible de Pesticidas, se incluyan en dichas obligaciones. Desde WWF la valoración respecto a esta reforma es negativa en aspectos ambientales y sociales», añade.
WWF Internacional ha lanzado la campaña «Los Testigos de la PAC» con narraciones en primera persona de agricultores y ganaderos de España, Francia, Alemania, Italia, Suecia, Polonia o Rumanía, que «sufren», aseguran, el reparto actual de ayudas de la PAC y que piden de forma conjunta una nueva Política Agraria Común más justa y que no atente contra el medio rural, la biodiversidad y la calidad alimentaria. «Existe aún un modelo de agricultura y ganadería, mayoritario en nuestro país, que queda al margen de las ayuda de la PAC, a pesar de ser los que proporcionan alimentos sanos de calidad, respetando el medio ambiente. Con esta campaña también queremos mostrar que este modelo es viable y deseable y que es el que debería ser verdadero beneficiario de los fondos públicos, haciendo cumplir la máxima de «dinero público para bienes públicos», explica Celsa Peiteado.
Uno de sus retratados, Juan Antonio Valladares, con una pequeña explotación familiar en tierras asturianas, afirma: «La actual Política Agraria Común no vale, tampoco la reforma que defienden los Gobiernos ni los eurodiputados. De hecho, solo servirá para seguir justificando mayores ayudas para las fincas más intensivas y de mayor tamaño. En cambio, los agricultores y ganaderos familiares, ecológicos, que vivimos y trabajamos en el medio rural, seguiremos al margen de la PAC y abocados a la desaparición». Y añade: «Con nuestra desaparición, también lo harán numerosas especies y paisajes que dependen de nuestra actividad».
Entre sus peticiones destacan que la PAC incluya el fomento del correcto uso de fertilizantes, la rotación de cultivos y la ganadería extensiva, entre otras. Y recuerdan que en la reforma deberían promoverse los mecanismos de mercado que permitan ofrecer precios más justos para los productores y que los pagos se destinen a quien trabaja el campo y no a grandes empresas agroindustriales.
WWF, SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción y la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE) han desarrollado una campaña on-line bajo el título «Por una reforma vital de la PAC» en la que ya han recogido más de 80.000 firmas que piden a la PAC cuatro compromisos esenciales:
- Asegurar que todos los agricultores realicen buenas prácticas agrarias, respetando el medio ambiente, en compensación por las ayudas directas de la PAC (el llamado «greening»)
- Rechazar las dobles subvenciones ilegales, propuestas por el Comité de Agricultura, que pagarían dos veces a un agricultor por la misma acción.
- Reintroducir los requisitos para que los agricultores cumplan con la legislación de la UE en materia ambiental, seguridad alimentaria, sanidad animal y salud pública, por recibir las ayudas de la Unión Europea.
- Apoyar los sistemas de alto valor natural y la producción ecológica.
Los conflictos de la PAC: Mercado vs Medio Ambiente
Las discusiones sobre el porvenir de la política agraria son «puntos calientes» por el inevitable choque de intereses entre la industria, los pequeños agricultores y las organizaciones medioambientales.
La importancia de la política agraria se ve en que representa el mayor presupuesto de la Unión Europea. Los Veintisiete acordaron a principio de mes el presupuesto para el Marco Financiero Plurianual 2014-2020, en el que aparecen recortes de 17.000 millones de euros para la agricultura y unos 55.000 millones de euros para las políticas de cohesión, con lo que estas áreas siguen llevándose el grueso de los fondos y suman el 40% del gasto total.
Para la organización ecologista WWF, teniendo los presupuestos en cuenta, la nueva PAC debe centrarse en el desarrollo rural sostenible, frente a las presiones del mercado y lamenta que el Consejo de Agricultura no quisiese decidir sobre el contenido de la reforma antes de conocer el presupuesto final. «Tenemos un régimen de cheques en blanco dañinos para la agricultura», ha advertido Sebastien Godinot, economista y miembro de la organización.
En cambio, para Herman Vesteijlen, responsable del área de Productos Agrícolas de la dirección general de Agricultura de la Comisión Europea, las prioridades de la PAC son «continuar hacia la orientación al mercado y la competitividad, teniendo en cuenta los estándares de calidad, los métodos de producción y la seguridad alimentaria». El experto se ha referido al Tratado de Libre Comercio con EEUU que la UE prevé negociar antes de que termine el semestre. En su opinión, es necesario garantizar la competitividad de la agricultura europea, sector para el cual este acuerdo supondrá «un desafío».
El comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, Dacian Ciolos, ha destacado la «equidad» como uno de los temas clave de la PAC, haciendo hincapié en los conceptos de «agricultores activos» y convergencia de ayudas internas, que asegura deberán ser una realidad para 2019.
Ciolos, en su informe «6 Puntos Clave para una Reforma de la PAC Consistente», además de medidas complementarias para los jóvenes agricultores y las pequeñas explotaciones, recuerda lo necesario que es tener en cuenta otras realidades agrícolas y no olvidar las zonas desfavorecidas y los terrenos más difíciles de trabajar.
«Por supuesto», asegura Ciolos, «todo esto debe hacerse bajo el control más perfecto posible y sostengo, en particular, la idea de una rápida suspensión de los reembolsos de los Estados miembros cuando los problemas graves de gestión y control no se detectan y se tratan adecuadamente».
La «ecologización» de la PAC es para Ciolos, un instrumento de puesta en valor de la producción de bienes públicos que refleja la dimensión económica de la fertilidad del suelo y la biodiversidad. Y es una evolución natural en la PAC necesaria tanto para la correcta gestión de los recursos naturales como para la supervivencia de los agricultores. Al mismo tiempo, se trata de fortalecer la posición de la agricultura en la economía y en los territorios, tanto a nivel estructural (organizaciones de productores, circuitos interprofesionales,...) como clarificando las normas de la competencia (plantear una nueva distribución de funciones entre autoridades públicas y agentes privados para un control de la actividad flexible, eficiente y pragmático).
Por último, destaca el Comisario de Agricultura en su informe, que la transparencia es la base de la confianza de los contribuyentes en la PAC y habla de «educar a los ciudadanos sobre el uso de los fondos de la UE para que la PAC sea un lazo fuerte entre Europa y la agricultura sostenible», uno de los objetivos de las nuevas reformas junto a la creación de empleo y el desarrollo de nuestros territorios.