Un pan, que en Cataluña se come con un tomate frotado encima, un poco de sal, un chorro de buen aceite de oliva virgen, si es de oliva arbequina mejor, y una loncha de buen embutido del país.
La Comisión Europea describe a la nueva indicación geográfica como «un pan tradicional, redondo, con una corteza crujiente y una miga tierna con agujeros grandes, amasado siempre a mano. Se produce de forma artesanal, con fermentación lenta y cocción en hornos de tierra refractarios».
La Consellería de Agricultura de Cataluña exige que los panaderos den forma redonda a cada pieza de pan a mano, que tenga un tiempo de fermentación de tres horas y que se cueza en horno con suela de piedra. ¿Qué más se puede añadir?, lo mejor es probarlo.