El acuerdo de pesca con Marruecos es la prolongación del anterior hasta febrero de 2012 que permite a la flota europea a faenar en aguas del Sáhara Occidental. Los eurodiputados Romeva y Duff señalaban que no hay garantías de que la población saharaui esté de acuerdo con que se pesque en esas aguas ni que los beneficios reviertan a los ciudadanos de la zona, además cuestionaban la rentabilidad económica y la sostenibilidad ecológica.
El anterior pacto de pesca con Marruecos expiró en febrero de 2011 sin que hubiera uno nuevo por lo que fue prorrogado durante un año. Permite 119 licencias correspondientes a 138 embarcaciones de las que unas 100 son españolas de puertos andaluces o canarios que pescan anchoa, caballa o arenque. A cambio de esas licencias la UE paga a Marruecos 36,1 millones de euros destinados una parte al sector pesquero y otra al desarrollo.
Si el pacto hubiera llegado al Tribunal de Luxemburgo su decisión no habría sido vinculante aunque habría obligado a un debate especial. Ahora la comisión de pesca seguirá adelante. El voto en comisión parlamentaria está previsto para la reunión del 22 al 23 de noviembre y la votación final será en el pleno de diciembre.