El presidente de la Comisión de Transporte del Parlamento federal alemán, Anton Hofreiter, ha reconocido hoy en la cadena de televisión ARD que no será posible tampoco abrir el aeropuerto el próximo 17 de marzo, la última fecha prevista. Otra vez, el calendario traiciona a los gestores de la obra y a la clase política berlinesa, promotora del que debe ser uno de los mayores núcleos de comunicaciones de Alemania.
El nuevo aeropuerto Berlín-Brandenburgo, que llevará el nombre del excanciller y premio Nobel de la Paz, Willy Brant, sustituirá a los tres que durante décadas han funcionado en la capital alemana. El de Tempelhof, cerrado hace unos años, se ha convertido en un parque de la ciudad. El de Schönefeld acoge los vuelos baratos y el de Tegel se ha quedado pequeño para el tráfico aéreo de Berlín.
El aeródromo Willy Brant tenía prevista una capacidad inicial de hasta 27 millones de pasajeros este año, que puede ampiarse hasta 45 millones. Está previsto que operen en él 75 aerolíneas con destinos a 50 países. Una espectacular terminal acristalada contará además con una estación ferroviaria y unas 10.000 plazas de aparcamiento, además de una zona de servicios de 20.000 metros cuadrados, que incluyen tiendas, restaurantes, hoteles y un centro de negocios.
Desde el año pasado se vienen haciendo pruebas sobre el funcionamiento del aeropuerto, en el que han participado decenas de miles de personas, entre personal de la obra, de las compañías aéreas y voluntarios que hicieron el papel de pasajeros. Ya en junio de 2010 se descartó la primera fecha prevista para la inauguración, en noviembre de 2011 y se pospuso al 3 de junio de 2012. Pocos días antes de esa fecha, se anunció el primer retraso por problemas de seguridad en las instalaciones contra incendios, cuando las compañías ya habían preparado el traslado y los comercios estaban listos para abrir.
Cesados el gerente y el supervisor técnico de las obras, se fijó entonces la fecha del 17 de marzo de 2013 que ahora se desvela inviable nuevamente y otra vez por la necesidad de reforzar los dispositivos de seguridad. Por si la historia no es en sí rocambolesca, el semanario Stern ha contado que entre el personal que vigila las obras de construcción se detectó a un presunto islamista que, según fuentes del aeropuerto, no tuvo acceso al interior del recinto y ya no trabaja allí. Este jueves posiblemente se concrete una nueva fecha de inauguración que ya se calcula para el otoño de 2013.