Un sonriente Artur Mas ha sido el encargado de abrir un encuentro histórico. Durante su intervención ha recordado los vínculos de la ciudad condal con la cultura mediterránea, «una región clave todavía por destacar». «Podríamos mirar muy lejos atrás y podemos mirar hacia nuevos horizontes que siempre imaginaremos mediterráneos y europeos», ha dicho.
Mariano Rajoy, por su parte, se ha referido a Barcelona como la capital española del Mediterráneo, «destino y patria común» de todos los presentes. Es por ello que ha animado a todos los países a buscar «soluciones a los problemas compartidos» y ha hecho un llamamiento para reafirmar el compromiso de Europa con la región mediterránea, y viceversa. Ha recodado, así mismo, que una de las prioridades sigue siendo «evitar el drama desgarrador de la inmigración ilegal», para lo cual ha pedido una mayor cooperación al desarrollo y el aumento de las inversiones.
Juntos contra el terrorismo
Pero por encima de todo, los presentes han compartido una preocupación común: el peligroso avance de la amenaza yihadista. Durante su intervención, Mariano Rajoy ha recordado los retos que supone este terrorismo, a su juicio «la principal amenaza en la actualidad». El presidente de España ha recordado que los países musulmanes son «tan víctimas como los demás», y ha pedido que nadie se deje arrastrar «por la falacia que habla de una lucha del Islam contra Occidente». «En ambas orillas hemos llorado juntos», ha recordado.
Federica Mogherini, jefa de la Diplomacia Europea, también ha tenido palabras de condena para el terrorismo. En su discurso ha recordado que la región sigue sumida en una gran fragilidad e inestabilidad y ha recordado las situaciones que todavía atraviesan países como Siria o Libia. A su juicio será necesaria «la cooperación entre las dos riberas» para hacer frente a esta amenaza. Ya por la tarde en una rueda de prensa multitudinaria Mogherini ha hecho un llamamiento para conseguir consensuar entre todos los presentes un «relato convincente» que sirva como arma ideológica para combatir el yihadismo a medio y largo plazo.
Nasser Judegh, ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, que acudía a la cita en representación del Rey Abdalá II, ha apoyado la iniciativa de la jefa de la Diplomacia Europea. Durante su intervención ha recordado que «Estamos ante un reto global, donde debe prevalecer la narrativa del sentido común». Como primera medida ha puesto sobre la mesa la necesidad de terminar con el atractivo creciente que tiene el yihadismo para los jóvenes tanto en Europa como en el Norte de África. «Tenemos que centrarnos en dar oportunidades a los jóvenes para que no sean presa fácil», ha asegurado.
Acercamiento con Marruecos
Este lunes también había muchas expectativas acerca de la actitud con la que los dirigentes marroquíes llegarían a Barcelona tras una semana de tenso rifirrafe diplomático. «Pierden el tiempo los que intentan crear problemas entre los dos países», zanjaba Salahedin Mezouar, ministro de Exteriores marroquí durante el encuentro bilateral que ha mantenido con su homólogo, José Manuel García Margallo.
En un ambiente distendido ha insistido en que las relaciones entre ambos países «pasan por un buen momento», y que su gobierno trabaja para que «sigan avanzando con fuerza». También ha tenido palabras de condolencia por la muerte de los dos espeleólogos y se ha referido a la propuesta del juez Pablo Ruz de juzgar a once altos cargos marroquíes por crímenes contra la humanidad en el Sahara. El ministro marroquí ha asegurado tener «la conciencia tranquila» y ha explicado que su país se defenderá «con justicia y legalidad».
La Cumbre de Barcelona ha reunido a representantes de 32 de los 38 países de la región. Desde que en 2008 se creara la Unión Para el Mediterráneo ha sido la primera vez que jefes de la diplomacia europea y del sur del Mediterráneo se han sentado alrededor de una mesa para hablar sobre los retos y las amenazas que acechan a la región. También han asistido 22 de los 28 ministros de Exteriores de la Unión Europea y el comisario de Política de Vecindad, Johannes Hahn.
Mogherini ha felicitado al Gobierno de España por la iniciativa y ha anunciado su propósito de convertir la Cumbre en una cita anual que permita «adoptar proyectos comunes». Si nada falla, en un año veremos una foto similar a la de este lunes.