Justin Harman es embajador de Irlanda en España desde hace sólo tres semanas, tras pasar por representaciones diplomáticas en Rusia, el Consejo de Europa y la OCDE. Nada más ocupar la embajada en Madrid, su país ocupa la primera página internacional por el referéndum del 2 de octubre sobre el Tratado de Lisboa. Los irlandeses ya dijeron no en una ocasión. Ahora la reválida se presenta con mejor cara, pero nada está ganado. En un perfecto español explica a euroXpress los miedos e intereses de los irlandeses ante la consulta. Cuestión de soberanía.
euroXpress- La presión del mundo político y económico a favor del Tratado ha sido muy fuerte y casi unánime. Sin embargo, los sondeos no reflejan una intención de voto masivo a favor del sí.
Justin Harman- Sigue habiendo un importante porcentaje de indecisos. Eso ha pasado también en anteriores consultas aunque parece que esta vez esos indecisos se inclinarán más por el sí. En cualquier caso, la diferencia entre los partidarios del Tratado y los detractores es muy grande y es difícil que esos indecisos cambien la tendencia mayoritaria. Aún así se impone la cautela.
eXp- ¿A qué tienen miedo los opuestos al Tratado o los indecisos?
J. H.- Hay una parte del voto opuesto al Tratado, en torno al 20%, que quiere expresarse contra la Unión Europea, contra la integración de Irlanda. Así ha sido desde nuestra adhesión en 1973. Se oponen por lo que pueda suponer de pérdida de soberanía, de interferencias de Europa en temas éticos, al miedo de que una identidad militar europea tenga impacto sobre la neutralidad irlandesa.
eXp- Pero el Consejo Europeo ya ha dado garantías a Irlanda para que el Tratado de Lisboa respete esos temas en el caso de Irlanda.
J. H.- Sí, esas garantías han sido importantísimas en la campaña. Tras el rechazo al Tratado en el anterior referéndum, se investigaron las causas: la composición de la Comisión europea, la política impositiva, el aborto, la defensa... En cada asunto hemos conseguido garantías que van añadidas como un protocolo al Tratado y eso cierra el debate. Ahora el miedo de los partidarios del no tiene que ver más con el clima político y la crisis. Tratan de utilizar el referéndum como un medio para castigar al gobierno, que ha tenido una pérdida importante de apoyo popular por las circunstancias económicas. La campaña del sí está haciendo un esfuerzo importante para que se separe el voto de castigo al gobierno del contenido del Tratado.
eXp- De todas formas, los irlandeses habrán visto que, con todo, la crisis se pasa mejor dentro que fuera de la Unión. Ahí está el ejemplo de Islandia.
J.H.- Ése es el principal argumento. Si Irlanda va a salir de la crisis, será por su relación con Europa, pero no hay nada en el Tratado que tenga que ver con la crisis. El proyecto europeo ha tenido siempre un gran respaldo popular en Irlanda. Hay que separar el europeísmo de los irlandeses y su opinión sobre un documento de extraordinaria complejidad que cambia los Tratados anteriores.
eXp- ¿Los irlandeses valoran el papel de la UE para que su país haya pasado en pocas décadas de ser uno de los más pobres de Europa a tener un nivel de vida envidiable?
J.H.- Claro. Se sabe que la relación con Europa y nuestra participación en el mercado único son esenciales en el desarrollo de Irlanda. Pero el debate no es si Europa es importante o no, en eso todo el mundo está de acuerdo. Estamos debatiendo cómo este Tratado responde o no a las preocupaciones irlandesas. Irlanda no tiene alternativa sin la UE. Eso no se discute, pero sí las competencias del Estado y de la Unión. Y no es un debate exclusivamente irlandés. Por ejemplo en la campaña por el no ha intervenido el Partido Independentista del Reino Unido. Allí también será un debate abierto.
eXp- En ese caso, usted, que es partidario del sí, ¿con qué argumentos convencería a los irlandeses para que apoyen el Tratado?
J.H.- Primero: las preocupaciones que teníamos tras el primer referéndum han sido satisfechas. Segundo: Es esencial para la salida de la crisis. Tercero: el Tratado puede devolver a Irlanda al centro de la integración europea. Y cuarto: da a la UE la capacidad para responder a los grandes problemas mundiales, como el cambio climático o la globalización. Sin los cambios institucionales que impulsa el Tratado, eso es imposible.
eXp- Entre esas preocupaciones estaba la política fiscal. ¿Temían que la UE armonice los impuestos en los 27?
J.H.- Cada Estado debe mantener sus competencias en política impositiva. En Irlanda, el impuesto de sociedades es del 12,5 %, mucho menor que en España y mantenerlo es importante. El desarrollo irlandés se ha basado en crear unos nexos para atraer inversores y marcar nuestra posición en el mercado único. Había miedo de que esas competencias pasaran a la Unión, pero ya tenemos la garantía de que no se va a hacer.
eXp- El Tratado de Lisboa quiere potenciar el papel de la UE en la política internacional. ¿Con la reivindicación de su neutralidad, los irlandeses quieren una mejor política exterior pero no la participación militar en misiones de paz?
J.H.- Es una cuestión de soberanía, de dónde queda el nivel de toma de decisiones. Nosotros queremos que ese tipo de medidas se adopten en el nivel nacional. Irlanda es uno de los mayores contribuyentes de la UE en misiones exteriores. Hay 400 soldados en Chad y 240 en Kosovo. La declaración de Laeken fue el origen del Tratado de Lisboa y allí se decía que las decisiones se deben tomar en el nivel apropiado. Para nosotros es importante que sea cada país quien decida y mantener el nexo entre el ciudadano y la Unión a través de procedimientos nacionales y de los parlamentos nacionales.
eXp- Otro punto polémico es su oposición a que la UE legisle sobre el aborto.
J.H.-El tema ha vuelto a surgir en la campaña del miedo diciendo que el Tratado pudiera dar competencias a la UE en esa materia. Ya tenemos las garantías de que no será así.
eXp- Los partidarios del no parece que utilizan argumentos muy distintos. ¿Se puede decir si los detractores del Tratado son de izquierda o derecha?
J.H.- Es una coalición dispersa, difícil de colocar en el espectro político, que está utilizando argumentos de conveniencia. Hay que subrayar que todos los partidos políticos están a favor del Tratado, menos el Sinn Fein. También el partido Libertas, que ya no tiene credibilidad.
eXp- También han conseguido que se haya un representante de cada socio europeo en la Comisión. ¿Cree que un ejecutivo de la Unión con 27 miembros puede ser eficaz?
J.H.-La preocupación existía en otros países, no sólo en Irlanda. Por eso se llegó a un acuerdo tan rápidamente. En la Comisión está el origen de buena parte de la legislación de los Estados. Claro que queremos una Comisión eficaz, pero también tener un representante donde se toman las decisiones.
eXp- ¿Qué pasaría si el viernes ganara el no?
J.H.- Crearía una situación difícil para Europa y para Irlanda. Para Europa, porque habría que volver al Tratado de Niza, y para Irlanda sería el aislamiento. Crearía unas dificultades políticas y económicas insalvables a corto plazo. El saneamiento financiero, la deuda pública, la relación entre Irlanda y los mercados internacionales conecta el Tratado y el resultado del referéndum irlandés. Para nosotros, el ´si sería confirmar que Irlanda tiene una posición propia original, pero contribuyendo como siempre con Europa para salir de la crisis.