Ha sido la última comparecencia del presidente del Banco Central Europeo (BCE) ante la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento y la ha empleado en recomendar que se siga con las reformas, pero con un ajuste basado en bajadas de impuestos, recortes de gasto y más inversión en infraestructuras.
«Lo que los Gobiernos podrían hacer -ha dicho- es repensar sus esfuerzos de consolidación fiscal, no en el sentido de deshacer los progresos logrados que han costado tanto esfuerzo y dolor, sino en el de llevar a cabo un esfuerzo de consolidación fiscal compatible con el crecimiento».
Draghi ha pedido a los Estados miembros que se centren en reducir los impuestos, recortar el gasto corriente y aumentar el gasto en inversiones públicas que, ha señalado nunca han estado tan bajas en los últimos 10 años.
Ha dejado claro que no solo avisa a los países a los que más ha afectado la crisis, sino que lo dirige a todos «Esto afecta a todos los Estados miembros, no sólo a los que han estado en algún momento en el abismo de la pérdida de acceso a los mercados. Afecta también a las instituciones europeas que deben garantizar que las reglas comunes se apliquen a fondo y de forma uniforme», ha dicho.
Ha hecho un llamamiento para que se complete la unión bancaria en el plazo marcado y ha hecho hincapié en que los Gobiernos y la Eurocámara lleguen a un acuerdo sobre el mecanismo único de liquidación bancaria antes de que termine esta legislatura y ha reclamado que se acorte a 5 años el plazo para que entre en vigor el fondo único que servirá para financiar a los bancos en quiebra.
Draghi ha avisado de que hay signos de subida de los precios de la vivienda en algunos países de la zona euro y ha señalado que «todavía es pronto para hablar de una burbuja en el precio de la vivienda pero lo observamos con gran atención», ha dicho.