El fenómeno artístico de la «Mexicanidad» es uno de los grandes protagonistas culturales del verano en Alemania, con una exposición que lconcentra lo más destacado del arte mexicano de la primera mitad del siglo XX. «Mexicanidad - Frida Kahlo, Diego Rivera, Rufino Tamayo, Francisco Toledo, Adolfo Riestra» es el título de la muestra que se puede ver en la Kunsthalle Würth, un moderno pabellón de arte de la localidad de Schwäbisch Hall, en el estado de Baden Württemberg.
Unas 300 obras de los citados artistas forman parte de la exposición que pretende mostrar el giro de la visión de los creadores mexicanos postrevolucionarios del ideal artístico europeo a las raíces precolombinas, su origen mestizo y la cultura de sus antepasados.
Los cinco artistas fueron la punta de lanza del nuevo arte mexicano surgido tras la dictadura de Porfirio Díaz y los primeros en recuperar la misteriosa herencia india, reprimida durante siglos por la tradición ibero-católica, aunque siempre desde posturas individuales.
Desde el muralismo de Diego Rivera, a los autorretratos de Frida Kahlo con su permanente demostración de fuerza y su lucha contra el sufrimiento físico, así como su papel como mujer en una cultura marcada por el machismo.
Con ellos contrasta la obra de Rufino Tamayo, del que el escritor Carlos Fuentes comentó que «es quizás el más mexicano de los pintores, capaz de ver los colores del país que escaparon a los muralistas». Pero también las del zapoteca Francisco Toledo y Adolfo Riestra, que dejaron de ser herederos del pasado más reciente para retornar a los orígenes de la cultura mexicana.
La muestra se ve enriquecida además con piezas arqueológicas de la era precolombina azteca y maya, así como de otros pueblos que habitaron el México anterior a la llegada de los españoles.
El rico y colorido vestuario de Kahlo forma parte igualmente de la exposición en el pabellón de arte de Würth, en el que pueden apreciarse varios de sus «huipiles», las blusas sin mangas que acostumbraba a vestir. La artista de origen germano es el centro de atención de la exposición, con varios retratos realizados por el fotógrafo Nickolas Muray y unas 150 fotografías de su colección personal recientemente redescubiertas.
A las piezas de la colección Würth se han añadido numerosas cesiones procedentes de los mexicanos Museo Dolores Olmedo, Museo Tamayo, Museo de Arte Moderno, la Galería Arvil y la Galería OMR, así como del Getty Research Institute de Los Ángeles (EEUU) y el Linden Museum de Stuttgart, en Alemania.
La exposición en el pabellón de arte de Würth, la mayor centrada en el arte mexicano de la primera mitad del siglo XX celebrada hasta ahora en Alemania, se desarrolla a lo largo de todo el verano hasta el 16 de septiembre.
México también está presente estos días en la galería londinense Rove, muestra a cinco artistas mexicanos que exploran temas como la desaparición de las ideologías o el lenguaje visual, desde una óptica abstracta, minimalista y conceptual.
«Misrepresentation, Mistake and Non-Disclosure», abierta hasta el 25 de agosto, está formada por las obras de Stefan Brüggeman, José Dávila, Gonzalo Lebrija, Jorge Méndez Blake y el trío Tercerunquinto, integrado por Julio Castro, Gabriel Cázares y Rolando Flores. Según la comisaria de la exposición, Marina Kurikhina, lo más emocionante de esta colección conjunta en la galería Rove es que «cada uno de los artistas tiene su propio enfoque conceptual, que han desarrollado desde los años noventa de forma paralela». «Este grupo, añade, se diferencia de gran parte de los artistas mexicanos en que no reivindican sus raíces latinas y tiene unas influencias internacionales.
Así, Brüggemann, por ejemplo, «se enfoca principalmente en la información y en cómo a diario nos convertimos en editores y seleccionamos la información que asimilamos y la que descartamos», detalla la comisaria. Los seis artistas se conocieron durante su etapa universitaria en México y esta es la primera vez que muestran sus trabajos en Londres.
Brüggeman explica que «la idea de la exposición conjunta surgió espontáneamente, de forma muy natural. Pese a que todos tratamos temas diferentes, hay una cierta estética en común, muy influenciada por el abstractismo, el minimalismo y el arte conceptual» El artista, nacido en Ciudad de México hace 37 años,recuerda que «el hilo conductor de todo ha sido una reflexión existencial de cómo es el mundo que nos ha tocado vivir y cómo la sociedad se está conformando».