El modelo español de trasplantes a Europa

El pleno de la Cámara de Estrasburgo ha aprobado una directiva sobre trasplantes inspirada en el modelo español con la que se quiere combatir el tráfico de órganos, reducir las listas de espera y garantizar que la calidad y la seguridad de los trasplantes sea uniforme en toda la Unión Europea.

En estos momentos, en los veintisiete hay 18 donantes por millón de habitantes, mientras que en España son 34.

Cerca de 60.000 pacientes esperan un órgano sano en la UE y cada día fallecen 12 de ellos. Muchos de los problemas se deben a las diferencias en el número de donantes entre los diferentes Estados miembros y a la mala gestión.

Trinidad Jiménez habla con los periodistas
Trinidad Jiménez/Foto:PE

Por 643 votos a favor, 16 en contra y 8 abstenciones el pleno del Parlamento Europeo ha aprobado la nueva directiva de trasplantes inspirada en la española. Los Estados miembros tienen un plazo de dos años para trasladar esta normativa a sus legislaciones nacionales.

Durante el debate previo, la ministra española de Sanidad, Trinidad Jiménez en nombre de la Presidencia de turno del Consejo, argumentó que si la UE pasara de los 18 donantes por millón de habitantes que tiene ahora a los 34 que tiene España se salvarían 20.000 vidas al año.

La directiva que ahora se aprueba crea un marco jurídico común de forma que se limiten los riesgos en el uso terapéutico y se armonicen los criterios en toda la Unión. A la parte legislativa le acompaña un plan destinado a reforzar la cooperación entre los Estados miembros, potenciar la accesibilidad y mejorar la calidad y la seguridad.

El comisario de Sanidad y Consumo, John Dalli, considera «un gran paso adelante» para los más de 50.000 pacientes europeos en listas de espera y ha añadido «Las normas comunes en toda Europa asegurarán el nivel más alto de calidad y seguridad de los órganos, a la vez que garantizarán que todas las donaciones sean voluntarias y gratuitas.»

Entre las novedades que introduce la nueva legislación figura la creación de una autoridad competente en cada país que será la responsable de asegurar la calidad y seguridad de los órganos. También se pedirá a los países que garanticen una formación mínima adecuada en el personal sanitario que participe en el proceso.

Las autoridades nacionales serán responsables de aprobar centros de trasplantes, recoger datos y supervisar los intercambios de órganos con otros Estados miembros y terceros países. Habrá un seguimiento exhaustivo con la mayor garantía de confidencialidad del "recorrido" de cada órgano desde el donante hasta el trasplantado.

Las donaciones deben ser voluntarias y no remuneradas, aunque en el caso de donantes vivos se podrán autorizar pagos para sufragar los gastos de hospital.

La nueva directiva plantea la posibilidad de que se cree un registro de donantes que se inscribirían al hacer determinados trámites, como solicitar un pasaporte o permiso de conducir.

España sigue siendo el líder mundial en donaciones de órganos y trasplantes. Según datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) que depende del ministerio de Sanidad, en 2009 se registraron 4.028 trasplantes y 1606 donantes.