El pasado viernes 4 de febrero, los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona se reunieron en el Consejo Europeo con el fin de centrarse casi en exclusiva en dos materias concretas, la energía y la innovación, aspectos considerados fundamentales para el crecimiento y la prosperidad futura de Europa. Sin embargo la crisis económica y financiera acaparó todas las atenciones. Lo que iba a ser una gran cumbre para diseñar la hoja de ruta del futuro energético de Europa se quedó en un planteamiento de las carencias y necesidades, aunque se apuntaron soluciones que pasan por la inversión en infraestructuras y la solidaridad entre países. El propósito es finalizar todas las interconexiones necesarias para completar el mercado interior de la energía en 2014 y garantizar que ningún estado miembro quede aislado de las redes europeas de gas y electricidad después de 2015.
El Consejo Europeo manifestó la necesidad que tiene la UE de crear un mercado interior de energía plenamente operativo, interconectado e integrado y animó a los estados miembros a aplicar de forma rápida y plena la legislación sobre el mercado interior de la energía que deberá haberse realizado de aquí a 2014. Esto supondría la garantía de libre circulación de gas y electricidad, pero es preciso que los reguladores nacionales y los operadores de los sistemas de transmisión, en cooperación con la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER), refuercen sus trabajos sobre el acoplamiento de mercados, las directrices y los códigos de red aplicables en todas las redes europeas.
Las conclusiones a las que se han llegado en materia de energía e innovación se han centrado en garantizar a la Unión de una energía segura y sostenible que contribuya a que la competitividad europea siga siendo una prioridad para Europa. Para lograrlo es necesario un esfuerzo considerable por modernizar y expandir la infraestructura energética europea y para interconectar las redes a través de las fronteras. El Consejo Europeo se ha referido a ello como la solidaridad entre los Estados miembros.
Además de la implantación de rutas alternativas de suministro y tránsito y fuentes de energía alternativas, y que las energías renovables se desarrollen y puedan competir con las energías tradicionales.
No sólo se ha hablado de la necesaria inversión en infraestructuras para mejorar la eficiencia energética de la UE, sino cómo tales inversiones pueden ayudar a mejorar la competitividad y la seguridad del abastecimiento energético y la sostenibilidad. Estos objetivos se encuentran detallados dentro de la Estrategia Europa 2020, acordada por el Consejo Europeo en junio de 2010, con el objetivo de aumentar en un 20% la eficiencia energética. Pese a las buenas intenciones, los estados son conscientes de la dificultad en cumplirlos.
La aplicación de la Directiva sobre fuentes de energía renovables por parte de los Estados miembros será esencial para hacer realidad las buenas intenciones. Ésta insta a la UE y a sus Estados miembros a promover la inversión en energías renovables y en tecnologías seguras y sostenibles con bajas emisiones de carbono, así como en la ejecución de las prioridades tecnológicas establecidas en el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética
La Comisión ha hecho especial hincapié en mejorar la coordinación entre las actividades de la UE y las de sus Estados miembros, a fin de garantizar la coherencia de las relaciones exteriores y en impulsar lo antes posible los trabajos para desarrollar una asociación fiable, transparente y reglamentada con Rusia.
Espacio Europeo de Investigación
En materia de Innovación, la UE tiene como objetivo la creación de un Espacio Europeo de Investigación en 2014, es decir un verdadero mercado único del conocimiento, la investigación y el desarrollo, pero tiene un largo camino por recorrer.
La inversión en educación, investigación, tecnología e innovación es uno de los principales motores de crecimiento económico. El Consejo Europeo ha manifestado su interés para que las ideas innovadoras puedan transformarse en nuevos productos y servicios comercializables que ayuden a impulsar dicho crecimiento así como a la creación de puestos de trabajo de calidad.
El borrador también recoge otras conclusiones, como la necesidad de fomentar las sinergias entre la UE y los Estados miembros y que estos desarrollen una programación conjunta con el fin de asegurar que las innovaciones que ofrecen beneficios sociales lleguen más rápidamente al mercado.
Europa necesita un espacio unificado de investigación que atraiga el talento y la inversión y para ello es importante que se fomente la inversión privada en productos y servicios innovadores, que se progrese en términos de economía digital y se supriman los obstáculos jurídicos y administrativos que siguen entorpeciendo el desarrollo de las investigaciones.