Chipre tendrá hasta 2018 para realizar el ajuste fiscal, dos años más de lo que se había previsto en un primer momento y las medidas las podrá poner en práctica en cinco años en lugar de los tres iniciales. También se ha alargado el plazo en el objetivo de consolidación del presupuesto, en lugar de 2016, tendrá un año más hasta 2017 que será cuando deberá obtener un superávit primario (antes del pago de intereses) del 4 %.
Para privatizar las empresas públicas y semipúblicas también ha negociado más tiempo, podrá hacerlo hasta 2018 y en lugar de tener que despedir a 5.000 empleados públicos de los casi 52.000 con los que cuenta el país, ha dejado en el trabajo a 500, los otros 4.500 deberán ser despedidos de aquí a finales de 2016.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), contribuirá al rescate con 1.000 millones de euros en tres años, el equivalente al 563 % de la cuota que Chipre aporta a la entidad, que podrían estar aprobados a principios de mayo,
En una declaración conjunta la directora del FMI, Christine Lagarde, y el vicepresidente de la CE, Olli Rehn, afirman que los objetivos del programa de reformas de la troika son «estabilizar el sistema financiero (chipriota) y conseguir la sostenibilidad fiscal a fin de sentar las bases para una recuperación de la actividad económica y el potencial de crecimiento». Anuncian que «Chipre tiene por delante importantes desafíos».
Según Lagarde la consolidación presupuestaria, uno de los dos pilares sobre los que descansa la recuperación de Chipre, requiere un esfuerzo adicional equivalente al 2 % del PIB, que incluiría la subida del impuesto de sociedades del 10 % actual al 12,5 % y del impuesto sobre los intereses del 15 % al 30 % para llegar al objetivo de superávit del 4 % en 2018.
Todo eso lo hará el Gobierno con un nuevo ministro de Finanzas Mijalis Sarris, que ha intervenido en las negociaciones con la troika, ha dimitido. En su lugar ha sido nombrado Jaris Georgiadis que hasta el lunes era ministro de Empleo y Seguridad Social quien a su vez ha sido reemplazado por la abogada Zeta Emilianidu.
Sarris ha justificado la dimisión diciendo que lo ha hecho para «facilitar la labor del Comité de Investigación» que se constituyó este lunes y que debe analizar cómo el pequeño país ha llegado al borde de la bancarrota.
Fue nombrado ministro de Finanzas a finales de febrero, antes había trabajado en el Banco Mundial, fue ministro de Finanzas entre 2005-2008 y durante su mandato Chipre adoptó el euro y presidente del banco Laiki que ahora deberá desaparecer.
La todopoderosa Iglesia de Chipre ha estado pidiendo insistentemente su dimisión.