Seis meses ha tardado el telescopio en dar esa imagen en la que se ve el disco de la Vía Láctea en el centro. El director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA, David Southwood, ha dicho que con estos nuevos datos no están dando una respuesta «sino abriendo la puerta a través de la que los científicos podrán buscar los eslabones perdidos que permitirán comprender cómo se formó el Universo y cómo ha evolucionado desde entonces.»
En la imagen se pueden apreciar unos filamentos de polvo y gas que se extienden por encima y por debajo de la galaxia, ahí se están formando nuevas estrellas. El fondo moteado es la «radiación cósmica de fondo en microondas» la luz más antigua del Cosmos y restos de la explosión que ocurrió hace 13.700 millones de años, que dio origen al Universo.
Dos visiones del Cosmos se superponen, la Vía Láctea que muestra el aspecto actual del Espacio cercano, mientras que ese otro moteado permite observar cómo era instantes después de su creación, antes de que se formaran las primeras estrellas y galaxias.
Cuando se analice y se limpie bien esa imagen que nos da el telescopio espacial Planck los astrónomos tendrán la imagen más precisa de la radiación cósmica de fondo que se haya obtenido nunca. Queda una duda y es saber si los datos desvelarán lo que sucedió inmediatamente después del Big Bang.
Esta imagen es sólo un pequeño avance, Planck continuará trabajando y analizando el Universo hasta 2012.