Con motivo de los días de la Alimentación y la Pobreza que se conmemoran el sábado y el domingo, se han reunido esta semana en Bruselas los presidentes del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso y del Europarlamento, Jerzy Buzek, con representantes del mundo de la filosofía y organizaciones laicas, entre ellas la masonería, para tratar de la mejor forma de luchar contra la pobreza y el papel que la Unión Europea y esas organizaciones deben desempeñar. Otra reunión similar tuvo lugar en el mes de julio con los representantes de las diferentes religiones.
Las Instituciones, las organizaciones religiosas, filosóficas, civiles y los ciudadanos deben formar el entramado que luche contra la pobreza y la exclusión social según señala expresamente el Tratado de Lisboa.
«La exclusión social es una idea antieuropea», ha dicho Van Rompuy al finalizar el encuentro. Pero lo cierto es que en la UE, de los 501 millones de habitantes, más de 84 millones viven en riesgo de pobreza y exclusión. La población infantil es uno de los grupos más afectados, uno de cada cinco niños (el 20%) vive en la miseria. El otro grupo más afectado es el de los mayores de 65 años que viven solos (el 28%).
En Madrid, en el barrio de Entrevías , organizado por el Parlamento Europeo y La Comisión Europea, el Movimiento Cuarto Mundo y la Parroquia de San Carlos Borromeo, se reflexiona sobre la erradicación de la pobreza con testimonios, coloquios y música en vivo. En España unos 10 millones y medio de personas viven en la pobreza.
Todo eso sucede en la Unión Europea, una de las regiones más ricas del mundo, en los países en desarrollo más de mil millones de seres humanos viven en extrema pobreza. «La cifra irá aumentando si no se atacan las causas de la iniquidad, de un modelo que aumenta cada día la vulnerabilidad de los más débiles», dice Eva Sarto portavoz de la Alianza Española contra la Pobreza, una plataforma que agrupa a 33 organizaciones y sindicatos con un lema «La pobreza no está en crisis, aumenta».
La Alianza señala la necesidad de incluir el respeto a los Derechos Humanos en todas las políticas, la promoción del derecho a un trabajo digno, el control de las instituciones financieras y una mejora en la eficacia de la Ayuda para el desarrollo, entre otros.
Carlos Ruiz, representante de ATTAC España en la plataforma, insiste en que existen los medios técnicos y económicos suficientes para combatir y erradicar la pobreza, pero falta «La voluntad política por parte de los Estados» para conseguirlo.