La periodista Soledad Gallego-Díaz reflexiona sobre la figura del presidente permanente de la UE, Herman van Rompuy, quien, al parecer, aporta espíritu negociador y base cultural excelente a la dirección de la UE. La artículista dice que son virtudes que se agradecen, pero advierte de que el presidente de la UE tiene que contar con los ciudadanos, presentarse ante ellos y dirigirse a ellos. Van Rompuy ni lo ha hecho, ni tiene intención. Leer más