La UE toma medidas a medio plazo para fortalecerse ante los mercados, pero no a corto. El Eurogrupo ha decidido que el futuro Mecanismo Europeo de Estabilidad, que entrará en vigor en 2013, disponga de 500.000 millones de euros para ayudas financieras a los Estados con problemas de deuda. Sustituirá al actual fondo, ya utilizado en el caso de Irlanda, sobre el que los ministros de Finanzas negocian, hasta ahora sin acuerdo, su ampliación y flexibilización.
En la actualidad, el fondo de rescate tiene una dotación de la UE y de los Estados de 440.000 millones de euros, pero la financiación máxima que puede ofrecer es de 250.000 millones, porque el resto se reserva como garantía ante los mercados. Por eso el planteamiento es modificar el actual y fijar unas bases más coherentes para el futuro.
Lo segundo lo acordaron ayer los ministros de la zona Euro sin mucho convencimiento. «Creo que será suficiente», dijo al término de la reunión el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. Lo primero, lo inmediato, está por resolver.
Este martes continúan las negociaciones en el Ecofin, la reunión de ministros de Finanzas de los 27, pero ya se prevé que no habrá pacto, si lo hay, hasta la cumbre extraordinaria de líderes europeos fijada para el próximo 11 de marzo.
Juncker ha admitido que el acuerdo está supeditado a la exigencia alemana de aprobar un Pacto de Competitividad y eso levanta ampollas entre algunos socios comunitarios.
La ministra española de Economía, Elena Salgado, no descarta que el retraso en las negociaciones provoque nuevas tensiones con la deuda española, pero cree que las reformas aprobadas por el gobierno son una buena defensa ante los mercados. «Uno siempre piensa que la UE siempre puede ser más ágil. Pero todo tiene sus tiempos cuando hay que aunar tantas voluntades».