Los ataques aéreos israelíes en Gaza han dejado un saldo de más de 1.870 muertos y miles de heridos desde que comenzaron el 8 de julio. También han provocado daños en la infraestructura y destruido miles de viviendas, lo que ha obligado a numerosas familias a buscar refugio en las 87 escuelas administradas por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) en el territorio palestino.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) señala en un comunicado que los bombardeos aéreos y los proyectiles israelíes han tenido un «coste devastador... entre los más pequeños y vulnerables de Gaza», ya que han causado la muerte de al menos 429 niños y niñas, y heridas graves a 2.744 más.
La mitad de los 1,8 millones de habitantes de la Franja de Gaza tiene menos de 18 años.
Algunos de los niños sufren lesiones graves que no se pueden tratar en Gaza porque el bloqueo israelí ha limitado severamente la infraestructura y las capacidades médicas de la zona. Según UNICEF, cerca de 400.000 niños y niñas tienen síntomas de problemas psicológicos, como estrés, depresión, pesadillas y el aferrarse a sus padres.
Monika Awad, portavoz de UNICEF en Jerusalén, nos dice que la agencia internacional «y sus asociados locales están implementando programas de apoyo psicosocial en las escuelas de Gaza donde se albergan las familias de refugiados».
«Tenemos la responsabilidad moral de proteger el derecho de los niños a vivir con seguridad y dignidad, de conformidad con la carta de las Naciones Unidas para los derechos de la infancia», añade.
Sin embargo, las severas consecuencias psicológicas que los ataques israelíes han generado en niños y niñas, como la pérdida del habla, son algunos de los retos más grandes que deben afrontar los psicoterapeutas.
«Cuando termine la guerra de Israel contra Gaza, los psicoterapeutas tendrán que lidiar con muchos dilemas esperables, como el asesinato de familias enteras y... de los padres, que representan el centro de la protección y la ternura para los niños. Estos casos terribles ponen a los niños en un estado de pérdida y de choque», explica Sami Eweda, psiquiatra del Programa de Salud Mental de la Comunidad de Gaza, una organización no gubernamental (ONG) especializada en traumas.
«Primero tenemos que detener la causa principal de estos traumas y problemas psicológicos, que es la guerra de Israel contra Gaza, y luego comenzar una intervención de emergencia para apoyar la salud de los niños y el tratamiento de» casos como «la pérdida del habla, que está considerado como uno de los mecanismos de autodefensa para superar el trauma», precisa.
El acceso a los servicios básicos es prácticamente imposible en toda la Franja de Gaza, donde barrios enteros, como Shujaiyeh y Khuza'a, han quedado destruidos. La población de estas zonas no tiene acceso al agua potable y vive casi sin luz desde que un bombardeo israelí destruyó la central de energía que era la única fuente de electricidad en la Gaza sitiada.
Social Watch, una red de ONG que hace un seguimiento de la erradicación de la pobreza y la justicia de género en el mundo, ha pedido a la comunidad internacional que declare a la Franja de Gaza «zona internacional de desastre humanitario», conforme a lo solicitado por la sociedad civil palestina.
«A la violación sin restricciones del derecho internacional y... los principios humanitarios se suma la inestabilidad y la carrera armamentista en la región y la» marginación «de los temas de la erradicación de la pobreza y la justicia social, que deben ser la principal prioridad común», declara Social Watch.
«La recurrencia de estos episodios en Gaza es el resultado de no haber actuado antes ante crímenes de guerra similares y de no haber realizado negociaciones de buena fe hacia una paz duradera «, agrega.
«Los niños empiezan nunca las guerras, pero caen muertos, mutilados, traumatizados y se quedan sin hogar, aterrorizados y con cicatrices permanentes», destaca un comunicado de prensa de Save the Children, una ONG defensora de los derechos de la infancia.
«Save the Children no se detendrá hasta que los niños inocentes ya no estén bajo fuego y se aborden las causas profundas de este conflicto. Si la comunidad internacional no toma medidas ahora, la violencia contra los niños en Gaza perseguirá a nuestra generación para siempre», subraya el comunicado.
«Reclamamos el alto al fuego permanente y el levantamiento del asedio a Gaza para asegurar la entrega de ayuda humanitaria y la prestación de servicios básicos a los niños y niñas», nos dice la portavoz de Save the Children en Gaza, Asama Damo.
«Es necesaria la intervención de la comunidad internacional para acabar con la situación humanitaria catastrófica y combatir las enfermedades de la piel que se propagan entre los refugiados en las escuelas de la UNRWA debido al hacinamiento», indica.
La mitad de los refugiados que se albergan en las escuelas de UNRWA tiene menos de 18 años.
«Israel atacó deliberadamente a las instituciones educativas y el sector de la educación en general. Una gran proporción de los muertos y heridos son niños y colegiales. Atacaron a muchas escuelas y jardines de infancia», sostiene Ziad Thabet, subsecretario del Ministerio de Educación de Gaza.
En la desastrosa situación actual en Gaza, parece que la guerra no ha quemado únicamente los cuerpos de los niños de Gaza, sino también su futuro educativo y sanitario.