35 años de conflicto y una política de hechos consumados por parte de Marruecos han llevado el conflicto del Sáhara Occidental a un callejón de difícil salida. La ONU va a hacer público en breve su informe sobre el caso y el Frente Polisario denuncia desde Bruselas los oídos sordos de la Unión Europea.
El jefe de la delegación negociadora del Polisario, Mohamed Khadad, ha pedido a España que se implique en el conflicto. «Es una ocasión para que España, que preside la UE, asuma su responsabilidad. En primer lugar, en tanto que antigua potencia colonial del territorio con el que tiene una deuda respecto al pueblo saharaui, pero también como presidencia de la UE, para que los principios de Europa sobre los Derechos Humanos se respeten en el Sáhara Occidental.»
Además los saharauis denuncian que la UE haya convertido a Marruecos en un socio privilegiado y sea el principal destinatario de la ayuda europea. Khemad dijo que «cuando se trata de los derechos humanos, Europa se pone el burka.»
En la pasada cumbre UE-Marruecos, celebrada en marzo en Granada, se pusieron de relieve las buenas relaciones entre Bruselas y Rabat, pero el tema del Sáhara planeó sobre la reunión. El presidente estable de la UE, Herman Van Rompuy, hizo un llamamiento expreso a Marruecos para que avance en el respeto a los derechos humanos.
El Frente Polisario critica en particular a España y Francia por su política exterior hacia el Sáhara que, en su opinión, no respeta la legislación internacional. Según el Polisario, la solución al conflicto debe garantizar el derecho a la autodeterminación y es una quimera querer imponer una solución sin tener en cuenta a los saharauis.
El Frente Polisario ha aceptado formalmente que una misión de Naciones Unidas supervise la situación de los derechos humanos en los campos de refugiados de Tinduf y pide a Marruecos que haga lo mismo. euroXpress