Era una petición alemana y, claro, estará en el texto del nuevo tratado que viene a decir que los futuros programas de asistencia financiera con el Mecanismo Europeo de Estabilidad estarán condicionados a la ratificación del texto antes del 1 de marzo de 2013.
El último borrador conocido que negocian todos los socios de la UE excepto el Reino Unido, mantiene la base de incorporar el tope de deuda en las legislaciones nacionales, preferiblemente en la Constitución, y contempla que un Estado incumplidor pueda ser llevado por otros firmantes del tratado ante el Tribunal de Justicia de la UE, que tendrá competencias para establecer sanciones de hasta el 0,1% del PIB.
Un apartado novedoso que se incorporará al acuerdo es que, puesto que se trata de garantizar la estabilidad financiera, puedan asistir a las reuniones de líderes de la eurozona, los representantes de países firmantes, aunque no pertenezcan al euro. Era una reivindicación de polacos y suecos. También atendiendo a una petición de los eurodiputados, el presidente del Parlamento Europeo será invitado a las cumbres de los socios de la moneda única y los parlamentos nacionales mantendrán conferencias conjuntas de sus comisiones de presupuesto.
El nuevo tratado quedará abierto a todos los Estados de la UE, aunque no lo suscriban ahora. Su entrada en vigor se producirá cuando lo hayan ratificado 12 países. Los líderes europeos se reunirán el próximo 30 de enero para dar el sí definitivo al acuerdo, con la idea de que pueda firmarse en marzo.